Los retos de la educación para el próximo presidente

El próximo presidente encontrará al menos tres temas complejos en educación. El primero será la inequidad y la agudización de las brechas en el sistema, el segundo es la circunstancia actual de maestros y estudiantes, y el tercero es la atención a la primera infancia. Sin embargo, el reto común seguirá siendo asegurarle el acceso y la permanencia en la educación de calidad -en todos los niveles- para contrarrestar la vulnerabilidad de la juventud colombiana. Lo difícil es que la educación de calidad, pública y privada, cuesta y requiere una alta inversión.

Aunque en Colombia es positivo que el dinero destinado a la educación (en básica y media) haya aumentado recientemente, y que el número de matriculados también, este último se puede asociar con el aumento de la población, por lo cual es posible que el incremento en el gasto no haya sido suficiente. Esto es más preocupante cuando vemos la falta de oportunidades de trabajo y educación que hay para la mayoría de jóvenes. Si bien la evidencia indica que la vulnerabilidad de la juventud se contrarresta garantizando el acceso a la mejor educación superior, solo un tercio de las universidades públicas y un sexto de las privadas tienen acreditación de alta calidad. Por consiguiente, a estas solo llega un reducido grupo minoritario dentro del ya mínimo grupo de personas que entra a la educación superior. Ante este panorama, es innegable la urgencia por financiar el sistema público y, aunque sea impopular entre algunos sectores, apoyar los programas de subsidio a la demanda como fueron Ser pilo paga y Generación E.

La situación más compleja en educación inicial, preescolar, básica y media es, también, la brecha de calidad. Si bien la educación no es la causa de la inequidad social, ella sí la refleja. Usualmente, los especialistas miden la calidad con los resultados de pruebas como PISA y Saber. Estas permiten comparar y sirven para describir la situación e identificar dificultades. Sus resultados muestran las desigualdades entre los países y entre colegios, pero no informan sobre las causas ni las soluciones. En realidad, como el propósito de la educación es un conjunto de muchas expectativas y sus fines son diversos, estos exámenes sobre materias específicas nos muestran solo una parte del gran panorama. Limitarnos a ellas nos deja mucha incertidumbre.

FUENTE: El Espectador