El presidente se estrenó en este organismo criticando la “hipocresía” global. Insistió en regularizar la coca.
El presidente Gustavo Petro fue el quinto jefe de Estado en intervenir ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Este fue su primer discurso ante ese organismo.
El primer discurso del presidente Gustavo Petroante la Asamblea General de Naciones Unidas estuvo cargado de pullas contra las potencias. Que la guerra contra las drogas y la lucha contra el cambio climático fracasaron y que Latinoamérica está herida por esas banderas fueron tan solo algunos de los tantos dardos que lanzó ante la plenaria de ese organismos multilareral, que se reúne en Nueva York, Estados Unidos.
Petro trazó ante el mundo los ítemes que ya había delineado en Colombia desde su campaña y que ha ido confirmando con anuncios en el mes y medio que va de su administración en la Casa de Nariño. El mandatario fue el quinto Jefe de Estado de los 193 miembros en intervenir ante el pleno, al que le pidió ayudar “sin hipocrecías” a las causas de una Latinoamérica que “se desangra”, según él, por la extracción de petróleo y carbón y las fumigaciones para erradicar cultivos ilícitos.
“Para ustedes, mi país no les interesa sino para arrojarle venenos a sus selvas”: Petro en la ONU
Agenda por la selva, ¿será que esta vez sí?
El ambiente fue la primera línea de su discurso. Petro dijo que la selva se está quemando y que esos bosques latinoamericanos, en la Amazonia que conecta los países del trópico, se están acabando. “Nada más hipócrita que el discurso para salvar la selva (…) Destruir la selva, el Amazonas, se convirtió en la consigna que siguen Estados y negociantes”, advirtió el primer mandatario.
Además, el presidente afirmó que los campesinos cultivan coca porque “no tienen nada más que cultivar”, una aseveración que motivó críticas de su oposición en Colombia. En palabras del expresidente Andrés Pastrana, “Petro se declara en la ONU como el gran capo defensor de la cocaína”. La crítica era de esperarse.
Y es que el mandatario repitió un mantra que se le conoce muy bien dentro del país, pero que apenas está declarando ante el mundo: que la guerra contra el narcotráfico es una causa fallida, por lo que plantea la regularización de las sustancias que la comunidad internacional ha perseguido fallidamente durante más de cuatro décadas.
Para sostener esa enunciación aseguró que la cocaína causa “mínimas muertes”, mientras que el mercado del petróleo y del carbón, asevera él, “puede extinguir la humanidad”. Sin embargo, la adicción no es un problema sencillo en países como Estados Unidos, donde al año pueden fallecer unas 100.000 personas por sobredosis, como lo ha reseñado Naciones Unidas, una estadística que entre 2021 y 2022 tuvo un incremento del 28,5% en los casos reportados.
Coca: de enemigo a que sea un mercado
En todo caso, para el presidente, “detrás de la adicción a la cocaína y a las drogas, detrás de la adicción al petróleo y al carbón, está la verdadera adicción de esta fase de la historia humana: la adicción al poder irracional, a la ganancia y al dinero”.
Su intervención despertó reacciones encontradas. En el Senado el exnegociador de paz, Humberto de la Calle, celebró que desde Colombia se pusiera una agenda sobre “los modelos que deben replantearse”. Sin embargo, opositores como Juan Carlos Echeverry llamaron la atención sobre que “equiparar la cocaína al carbón y al petróleo, por sus efectos, es desconocer la obvia diferencia entre un alucinógeno y unas fuentes de energía”.
No obstante, el reclamo del “gobierno del cambio” no es una novedad. En 1996, el entonces presidente Ernesto Samper había planteado crear un tribunal para los casos de tráfico de drogas en medio de las discordias que su gobierno tenía con Estados Unidos por la no extradición de narcotraficantes. Y para 2017, Juan Manuel Santos se despidió de sus ocho intervenciones ante esa plenaria haciendo el mismo llamado.
Ya Petro le había manifestado a los emisarios de Joe Biden que viajaron a Colombia en agosto su interés en regularizar las sustancias ilícitas y acabar la guerra contra el narcotráfico. Incluso, el presidente ya cerró de un portazo la posibilidad de que en el país se utilice glifosato para combatir los cultivos ilícitos. Esos temas entrarán en el primer encuentro que sostendrán este jueves Petro y Joe Biden, en Nueva York.
Para esa primera cita los equipos diplomáticos estuvieron delineando la agenda desde este martes y en el repertorio de temas están el narcotráfico, la regularización y la cooperación binacional que ha sido fundamental para que Colombia reciba aportes económicos internacionales desde la Casa Blanca.
Condonar la deuda de Latinoamérica
El discurso de Petro surgió desde el latinoamericanismo y ratifica su intención de volverse un líder regional. En su intervención llamó a los pares de la región a unirse para reclamarle a las potencias poner en el calendario los intereses de la región. Entre esos está que se condone la deuda externa de los estados para que estos puedan utilizar los recursos que destinarían al pago de sus pendientes con los bancos internacionales a invertir en la protección de la selva.
El reclamo: un fondo para recuperar los territorios. En palabras de Petro, “si no tienen la capacidad para financiar el fondo de la revitalización de las selvas, si pesa más destinar el dinero a las armas que a la vida, pues reduzcan la deuda externa para liberar nuestros propios espacios presupuestales y con ellos realizar la tarea de salvar la humanidad y la vida en el planeta”.
En ese renglón también solicitó nuevos recursos a la comunidad internacional. Precisamente, al enviado especial de la Casa Blanca para el cambio climático, John Kerry, le pidió 1.000 millones de dólares anuales para crear un fondo de paz para la protección de la selva.
Pero ya su antecesor Iván Duque había propuesto ante la Asamblea condonar la deuda. Lo hizo en septiembre de 2021, hace exactamente un año, con la premisa de que los organismos –como el Fondo Monetario Internacional– deberían perdonar los pendientes de los Estados que luchan contra el cambio climático.
Incluso, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, hizo ese mismo llamado en la misma Asamblea de 2021, pero la petición de los jefes de Estado latinoamericanos no ha sido escuchada.
Paz para “salvar” la especie humana
Gustavo Petro le dijo a la ONU que “es la hora de la paz”. Esa paz que él plantea pasa por un reclamo de acabar la guerra en Ucrania por la invasión de Rusa –que él dice nace desde la ambición el petróleo– y también hacer la paz con el planeta mismo porque “estamos en guerra, también, con el planeta. Sin paz con el planeta, no habrá paz entre las naciones”. Incluso, las mismas pretensiones de paz que reclama el Ejecutivo nacen desde su confrontación con la guerra contra el narcotráfico que él pretende acabar.
Esa propuesta le valió aplausos desde otros sectores progresistas del país, como la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, quien consideró que “la vida y el desarrollo sostenible de Colombia y América Latina requieren del fin de la hipocresía global sobre la fallida guerra contra las drogas”.
Las banderas de los jefes de Estado ante la ONU aún están por decantarse. Este miércoles intervendrá el presidente Joe Biden y su agenda terminará marcando las líneas de la comunidad internacional para el próximo año en el que Petro quiere implantar la regularización de las drogas, mientras el globo mira a otros problemas: la inflación y la guerra en Ucrania.
FUENTE: El Colombiano