Trump amenaza con enviar al ejército a la frontera con México.

El éxodo de miles de latinoamericanos que usan la frontera de México para ingresar a Estados Unidos parece terminar con la paciencia del presidente norteamericano Donald Trump.

A través de su cuenta de Twitter, el magnate y gobernante estadounidense señaló a los líderes de los gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador de “hacer poco para detener a sus migrantes, con muchos criminales entre ellos”.

Una caravana de más de 2.000 migrantes hondureños se encuentran en Guatemala, con la esperanza de lograr llegar a tierras norteamericanas. Esta movilización y a pesar de que México reforzó su frontera con Guatemala, indignó a Trump, tanto, que amenazó a los países centroamericanos de detener la ayuda económica y en caso de que México no pueda controlar las migraciones, “llamar al ejército estadounidense y cerrar la frontera al sur”.

También criticó al Partido Demócrata por querer que Estados Unidos tenga “fronteras abiertas y leyes débiles” con los migrantes.

Para los migrantes, el anuncio del gobierno del estado mexicano de Chiapas de recibir a los migrantes representa una esperanza, pero el camino se pone cuesta arriba con la amenaza de Estados Unidos que ha advertido a los hondureños que los van a detener y los van a deportar.

Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos llegará este viernes a México para tratar de buscar solución a la crisis migratoria.

FUENTE EL COLOMBIANO

La Ruta Cúcuta-Bucaramanga y el peso de caminar con los pies rotos.

De Cúcuta a Bucaramanga hay 196 kilómetros. Distancia que día a día recorren a pie los migrantes venezolanos que buscan un refugio en nuestro país. La caminata, lo que dejaron atrás, y los motivos para salir son lo más difícil, dicen, al tomar la decisión de cruzar la línea fronteriza para aventurarse hacia lugares desconocidos, con la esperanza de trabajar, enviar algo a los que se quedaron, y seguir viviendo mientras la situación política y económica de Venezuela mejora.

De acuerdo con datos de la Gobernación de Norte de Santander, 300 personas, aproximadamente, transitan a diario en la vía Cúcuta-Bucaramanga. 90 % de los caminantes son hombres, y 3 % son niños. Además, cerca de 60 son atendidas a diario por primeros auxilios

Fuera de Cúcuta, todo es distinto. Así lo vive todos los días, Martha Socorro Duque, lideresa de Pamplona, quien vive en la primera casa entrando a la ciudad, en el paso obligado de los venezolanos. En una caseta de madera pasan la noche 20 personas en un albergue improvisado, para no dormir a la intemperie.

“Es muy duro ver a las personas enrolladas en una sábana, en este frío”, dice. En su casa aloja mamás lactantes con sus bebés y, en ocasiones, dispone de otras áreas de su hogar, por la cantidad de gente que llega.

“Me dolió mucho que estuvo una señora acá con su pareja y un bebé, y se quería bañar; le ofrecí champú y se puso a llorar. Dijo que no tenía cabello porque se lo habían quitado todo”, en La Parada (Villa del Rosario), donde las mafias imponen su ley, sus cobros y sus reglas para quienes entran al país por las trochas.

José Luis Muñoz, quien hace parte del Instituto de Caridad Universal, ICU, organización civil que apoya a los venezolanos, afirma que a la fecha se han entregado de 600 mudas de ropa y en el registro hay profesores y exempleados del gobierno venezolano.

El trayecto

La ruta de los migrantes incluye tres horas de camino, pegados al filo de las montañas del páramo de Berlín. Los que van con familiares y amigos son más entusiastas que quienes transitan solos. Las mujeres solas, o con niños, logran que conductores de camiones, buses y carros particulares las lleven por tramos.

En la estación de gasolina ubicada en la salida de Pamplona, al caminante Luis Miguel Figueredo le tiemblan los labios, las mejillas, las manos, las pupilas, pero no de frío; tiembla cuando recuerda a su familia que se quedó en Venezuela. Hace un mes empezó su travesía. Estuvo tres semanas en Cúcuta, durmiendo varios días en la calle, hasta que logró trabajar una semana, conseguir “los pesitos”, pagar un arriendo, y el domingo 19 de agosto comenzó a caminar.

“Todo este esfuerzo es porque tengo un hijo de cinco añitos”, dice. Sus pies resumen el trayecto: chanclas, medias envueltas en bolsas plásticas y unas almohadillas hechas con espuma, amarradas para proteger los pies ampollados. “Me regalaron unas chanclas porque las que traía me dejaron a mitad de camino, en Pamplonita; allá abajo, se reventaron”.

Además de gratitud hacia los colombianos, que “en ningún momento nos han tratado mal, como decían”, también habla de su deseo de encontrar un trabajo y traer a su esposa y su hijo, con quienes solo ha conversado en tres ocasiones. “Me cuesta hablar con ellos porque cada vez me voy en llanto… Me hace mucha falta mi hijo”

El frío páramo

De La Laguna (Silos) hasta el páramo de Berlín (Santander) son cerca de 40 kilómetros. Dependiendo del ritmo se puede realizar este trayecto en tres o cuatro horas. Ahí aparece otro de los caminantes, José Rafael Mora. Sin bañarse desde que salió, va rumbo a Ecuador, con una parada en Bucaramanga. En el páramo, sin saber cómo, anda rápido, cantando, ya sin maletas, porque toda la ropa la tiene puesta.

Mora va con dos pantalones “porque el frío es terrible”, y uno de sus compañeros caminantes vació el bolso y se puso toda la ropa para poder soportar los tres grados centígrados del páramo. Allí los zapatos pesan. Algunos tienen la suela lisa, otros están “estrenando” los zapatos viejos que alguien les regaló. ¿Qué si vale la pena arriesgar tanto? “Sí, porque uno va con la meta de hacer todo por la familia”.

Sin embargo, el páramo asusta a los migrantes. Se escuchan historias de muertos, congelados, parejas y madres que murieron abrazados a sus hijos, pero ni Medicina Legal de Bucaramanga ni las autoridades locales tienen un solo reporte de los rumores, que aterran a los caminantes. Mañana, otros 300 venezolanos cruzarán la frontera caminando, subirán a Berlín y llegarán a Bucaramanga, a dormir en la calle.

“El piso no se ablanda”

Quienes no caben en el refugio de Pamplona, o desconocen su existencia, deben dormir a la intemperie, en inmediaciones de la antigua escuela Juan XXIII, y a las 9 p.m. salen en estampida cuando un carro llega con comida; esta vez, fue caldo y arepa.

Conforme transcurre la noche, de a poco, se les cierran los ojos. Envueltos en delgadas cobijas, en sábanas, con sus camisetas en la cabeza, a modo de gorros, tiemblan, y se acomodan tras los muros, “para cortar el frío”.

A medianoche, un par de mujeres que hablaban sobre Nicolás Maduro y sus políticas se cubren para intentar dormir. A la una de la mañana, una leve llovizna levanta a algunos que, susurrando, recuerdan que les está yendo bien, que los colombianos no los maltratan, y que deben seguir.

Otro reacomodo, hasta las 2 a.m., cuando una nube más cargada de agua levanta a la decena de personas.

Los que alcanzan el resguardo bajo el techo de la escuela se vuelven a recostar; los que no, cruzan la autopista y esperan un rato, hasta que escampa, y retoman su lugar junto al muro.

Dicen que no se puede dormir, pero se oyen algunos ronquidos. A las 4:30 de la mañana, aún está oscurísimo, y las ganas de orinar levantan a las mujeres.

Hasta pasadas las 5 el frío es penetrante, los levanta a todos, “porque el piso no se ablanda, ni se calienta”, y aunque estén desbaratados por dentro y por fuera, el trayecto no se puede quebrar.

FUENTE EL COLOMBIANO

Florence toca tierra en Estados Unidos como huracán categoría 1.

El centro del huracán de categoría 1 Florence tocó tierra este viernes cerca de Wrightsville Beach, en Carolina del Norte, en la costa sureste de Estados Unidos, donde se registran ya importantes inundaciones, informó hoy el Centro Nacional de Huracanes (NHC).

En un boletín especial, el NHC indicó que el ciclón mueve vientos máximos sostenidos de 90 millas por hora (150 km/h) y rachas superiores, y se dirige rumbo oeste a 6 millas por hora (9 km/h), lo que le llevará paulatinamente hacia el interior de Carolina del Norte y posteriormente al vecino estado de Carolina del Sur.

Mientras tanto, Florence está haciendo estragos en esta zona de la costa sureste del país, con miles de personas evacuadas por equipos de rescate, 400.000 usuarios que quedaron sin electricidad y numerosas viviendas que ya están bajo el agua.

La ciudad portuaria de Wilmington, en Carolina del Norte, se despertó con el sonido de varias detonaciones, posiblemente de transformadores eléctricos que explotaron, según indicó un periodista de la AFP en el lugar.

El huracán continúa siendo muy peligroso pese a haberse degradado a categoría 1 en la escala Saffir-Simpson que llega hasta 5, advirtió el NHC.

Carolina del Norte será en donde el huracán Florence toque tierra. Foto Reuters

Carolina del Norte será en donde el huracán Florence toque tierra. Foto Reuters

La tormenta provocará este viernes marejadas peligrosas y continuarán los vientos huracanados a lo largo de la costa de las Carolinas, donde se esperan grandes inundaciones, de acuerdo al reporte.

Brock Long, director de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), ha advertido a la población de tomarse al ciclón seriamente pese a que se degradó de categoría.

En Carolina del Norte unos 150.000 hogares se encontraban sin energía eléctrica, según el servicio local de emergencias.

El ciclón se dirige a una velocidad de 9 kilómetros hacia la costa, donde el ojo del ciclón podría moverse tierra adentro en los citados estados entre este viernes y el sábado.

Esto provocará una debilitamiento gradual del fenómeno, que genera vientos huracanados que se extienden hasta 130 kilómetros de su centro y de fuerza de tormenta tropical hasta 315 kilómetros.

Pero la mayor preocupación de las autoridades no son los estragos que pueda dejar el viento, sino las inundaciones, tanto de agua dulce como salada.

A ello hay que sumar la llegada de “grandes y destructivas” olas, alertan los meteorólogos, que anticipan acumulaciones de lluvia de entre hasta un metro de altura, lo que podría generar riadas “catastróficas” y significativos desbordamientos de ríos.

Se prevé que hayan serias inundaciones producto del paso del huracán. FOTO EFE

Se prevé que hayan serias inundaciones producto del paso del huracán. FOTO EFE

Varias ciudades costeras ya están sufriendo inundaciones en sus calles tras la entrada del mar, aunque lo peor se espera al mediodía, cuando la marea alcance su tope y el centro de Florence se encuentre ya sobre la costa.

Las autoridades de la ciudad costera de New Bern, en Carolina del Norte, han respondido a una llamada de emergencia para rescatar con botes a unas 150 personas por la marejada ciclónica, informan medios locales.

“Si alguien pudiera ayudar… nuestros autos están bajo el agua y nuestra casa está inundada hasta el ático”, pidió una usuaria de Twitter llamada Brianna, residente en New Bern.

Unos 150.000 clientes de la región están sin luz y, según la compañía eléctrica Duke, entre uno y tres millones podrían perder el servicio eléctrico a consecuencia del paso del huracán.

El NHC indica además en su boletín de la posibilidad de que se generen tornados en el este de Carolina del Norte a lo largo de la jornada de este viernes.

El huracán Florence pisa la costa este de Estados Unidos.

El peligroso huracán Florence comenzó este jueves a azotar la costa este de Estados Unidos, en Carolina del Norte, para descargar sus fuertes lluvias y vientos que podrían provocar graves inundaciones en la zona, advirtieron las autoridades.

Florence, que se degradó a categoría 2 en la escala de 5 de Saffir-Simpson, avanzaba sobre el océano Atlántico con vientos máximos sostenidos de 175 km/h, según el boletín del Centro Nacionalde Huracanes (NHC).

De acuerdo con la trayectoria, tocará tierra en los estados de Carolina del Sur, Carolina del Norte y Virginia este jueves.

Las órdenes de evacuación alcanzan a unas 1,7 millones de personas en esos tres estados, que ya declararon el estado de emergencia al igual que Maryland y el distrito federal, Washington DC, más al norte.

El ojo del huracán se encontraba a 325 km al este sureste de Wilmington y se desplazaba a 28 km/h hacia el continente.

Las calles estaban casi desiertas, los supermercados vacíos y las estaciones de gasolina no tenían combustible. Los comercios y viviendas permanecían protegidos por tablones de madera.

El NHC prevé que el ciclón será “muy peligroso” y alertó sobre el peligro de inundaciones. El volumen de los vientos del ciclón creció y podrían barrer una superficie más vasta que la inicialmente prevista.

Madre naturaleza

Los llamados a evacuar se multiplicaron el miércoles. “Mañana puede ser demasiado tarde. No esperen a último minuto”, advirtió Brenda Bethune, alcaldesa de Myrtle Beach, el célebre balneario de la costa de Carolina del Sur.

“Es imperativo que todos sigan las órdenes locales de evacuación”, dijo el presidente Donald Trump, que publicó más temprano en Twitter un video instando a la gente a “no jugar” con este huracán.

“Proteger la vida es la prioridad más absoluta”, agregó desde la Casa Blanca.

En un barrio de casas rodantes en las afueras de Wilmington, Alondra Espinoza se preparaba para partir.

“Nos vamos a ir en las próximas horas, todo está listo”, dijo a la AFP. “Tengo dos hijos y quiero llevarlos lo más lejos posible de aquí y de los peligros del huracán. No hay nada que hacer, no se puede parar a la Madre Naturaleza””.

Óscar Pérez, un jardinero de origen mexicano radicado hace hace unos 12 años en Estados Unidos, coincidió: “No hay más remedio que irse”.

“Vamos a tomar algo de comida para sobrevivir unos días con los niños y no sabemos qué esperar, tenemos que creer en nuestras buenas estrellas, lo más importante es mantenerse vivo. Lo material es secundario”, dijo por su lado Solange Iliou Thompson, una franco-vietnamita instalada hace 40 años en Estados Unidos.

Unos 300 km al sur, Charleston, ciudad turística de Carolina del Sur, cuenta todavía con algunos irreductibles.

“Pasé por Hugo”, dijo a la AFP Kevin Miller, un electricista de 50 años aludiendo al huracán que devastó el estado en 1989. “Habrá un poco más de agua pero lo superaremos. Tengo confianza. Tenemos todo lo que necesitamos”.

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Un directo de Mike Tyson

La incertidumbre sobre la trayectoria del huracán se agrega al nerviosismo de los habitantes de las zonas afectadas. “Mi hijo vive en Carolina del Norte y pensaba venir a mi casa esta mañana, pero ahora me pide que vaya yo”, dice a la AFP Barry Sparks, habitante de Columbia, Carolina del Sur.

Jeff Byard, de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Fema), advirtió sobre cortes de energía, cierres de carreteras, daños a la infraestructura y posibles pérdidas de vidas, enfatizando en la necesidad de evacuar.

Florence va a ser “como un directo de Mike Tyson en la costa de las Carolinas”, dijo.

Según la compañía de electricidad Duke Energy, basada en Charlotte, Carolina del Norte, entre uno y tres millones de usuarios podrían padecer cortes de corriente en las dos Carolinas, y las reparaciones podrían extenderse por varias semanas.

El gobernador de Georgia, estado que el miércoles se declaró en emergencia, dijo que movilizará “todos los recursos disponibles” para hacer frente a los vientos y las precipitaciones. El presidente Trump le aseguró que contará con la asistencia del gobierno federal y de la Agencia para la Gestión de Situaciones de Emergencia, señaló la Casa Blanca.

Según los pronósticos, Florence provocará graves inundaciones repentinas en el litoral. En Carolina del Norte se esperan entre 50 y 75 cm de agua y hasta un metro en algunas áreas.

FUENTE EL COLOMBIANO

Pasaportes: otro lío para venezolanos.

La grave situación que enfrenta el país vecino hace que muchos de sus conciudadanos se sientan atrapados en él, y a pesar de tener claras las intenciones y haber juntado un poco de dinero para emigrar, lo más difícil, complicado y costoso para consolidar el plan, resulta ser la obtención de un pasaporte, lo que le corta las alas al propósito de buscar una mejor calidad de vida afuera.

“Mi esposo viajó a Chile, era imposible mantenernos porque aquí no hay sueldo que aguante la inflación. Estoy buscando la manera de irme con mi bebé, pero no ha sido posible conseguir el pasaporte del niño a pesar de insistir todos los días con el Servicio Administrativo de Identificación Migración y Extranjería (Saime). Un funcionario me dijo que eso se soluciona pagando 1.500 dólares (…) no tenemos tanta plata”, relató Isabel Ramírez, una joven docente venezolana.

Ante la imposibilidad de encontrar la salida legal de Venezuela y el ingreso a un tercer país, miles de personas optan por alternativas poco convencionales y además ilegales que ponen en riesgo no solo su estatus migratorio, también la vida.

El pasado 11 de julio, Migración Colombia implementó en los tres puentes internacionales que unen a Venezuela con el departamento Norte de Santander, el uso de un dispositivo electrónico para verificar la Tarjeta de Movilidad Fronteriza (TMF), único documento válido, a parte del pasaporte, para que los venezolanos ingresen al país.

El resultado a pocas horas de la revisión: 21.000 tarjetas migratorias falsas, informó el Director General de Migración, Cristian Krüger.

Controles no son suficientes

La fiscalización y retención de las TMF fraudulentas no detiene la ola de venezolanos que sin pasaporte buscan la salida del país, incluso “empresas organizadas” ofrecen el servicio de traslado desde cualquier estado venezolano hasta la frontera, incluyendo tickets para un tercer país.

“Por cada pasajero que monte sin pasaporte en el autobús para la frontera, la empresa me paga 3.000.000 de bolívares (unos 2.550 pesos). Hay días en que se van hasta 10 personas sin pasaporte, otros día solo uno. Tratamos de ayudar a la gente y así me ayudo yo. Es un trabajo informal pero gracias a esa diligencia de captar clientes es que puedo llevar la comida a mi casa”, dijo Enrique Carmona, quien trabaja en la terminal terrestre del estado Mérida a 243 kilómetros de la frontera.

A pesar de los estrictos controles implementados por Colombia en los puentes internacionales, la realidad es otra al margen del río Táchira, y en los caminos verdes o trochas por donde a diario decenas de venezolanos cruzan en busca de una salida a la crisis nacional.

“No tenemos pasaporte y no ha sido posible la renovación ni obtener uno nuevo. Gracias a Dios aquí en la frontera hay ángeles que lo ayudan a uno a llegar a Colombia sin papeles. Mi hermana y yo vamos a Perú porque ya es insostenible seguir aquí”, dijo Álvaro Machado, un joven ingeniero venezolano quien acompañado de su hermana Cristina, se aventuraron a cruzar el río para llegar desde Ureña a Cúcuta.

Autoridades en alerta

Al pasar la aduana de San Antonio, entre la fila interminable de personas saliendo del país y bajo la discreción de las autoridades fronterizas se oye el susurro: “te llevamos a Colombia, Perú, Ecuador, con documentos y sin documentos”, son los denominados “arrastradores” que cobran hasta 80.000 pesos o 30 dólares por cruzar sin ningún tipo de documento la línea limítrofe entre Venezuela y Colombia.

El alcalde del municipio de Villa del Rosario, en el Norte de Santander, Pepe Ruiz, hizo un llamado al Gobierno Nacional para que ayuden al control y la seguridad ante la oleada de venezolanos que a diario llegan a esa localidad en busca de un transporte que los lleve bien sea al interior o a otro país sin pasaporte.

“Hay poco control por parte de las autoridades, incluyéndome como alcalde, para evitar que los buses carguen no solo sin los permisos correspondientes sino que también llevan personas de manera ilegal”.

La misma queja fue presentada por Diomar Velazco, secretaria de Tránsito de Norte de Santander, quien precisó que “el Ministerio de Transporte está trabajando en posibles sanciones a empresas que vienen expendiendo pasajes y movilizando personas provenientes de Venezuela de manera ilegal”, agregó.

Las empresas que operan en Colombia ya tienen sucursales en casi todos los estados de Venezuela y ofrecen paquetes completos de traslado no solo hasta Cúcuta, también a Ecuador, Perú (los más buscados), Argentina y Chile, con o sin pasaporte en mano.

FUENTE EL COLOMBIANO

Maduro pidió extradición desde Colombia de “cabecillas” del atentado.

El gobierno de Venezuela emprendió una ofensiva contra los autores intelectuales de un presunto atentado contra el presidente Nicolás Maduro, con el anuncio de un proceso para enjuiciar a diputados opositores, uno de los cuales, Juan Requesens, habría sido detenido este martes.

Durante una extensa alocución en la que presentó lo que considera las “pruebas” del intento de magnicidio, Maduro acusó al exjefe del Parlamento, el exiliado Julio Borges, de estar vinculado al ataque con drones cargados de explosivos del que asegura haber sido víctima el pasado sábado.

“Todas las declaraciones (de seis detenidos como autores materiales) apuntan a Julio Borges, quien vive en una mansión en Bogotá amparado por el gobierno saliente de Colombia”, expresó.

Borges le respondió en Twitter. “Ni el país ni el mundo te creen la farsa del atentado. Todos sabemos que es un montaje para perseguir y condenar a quienes nos oponemos a tu dictadura”, escribió en su cuenta, dirigiéndose al mandatario.

Maduro enfiló igualmente contra Requesens, a quien calificó como uno de sus adversarios “más locos y psicópatas”.

Los nombres de ambos legisladores fueron mencionados por un militar retirado, Juan Carlos Monasterios, uno de los capturados como ejecutores, en un video que difundió el gobernante con el testimonio de este sargento ante la Fiscalía.

El video muestra a Monasterios, con el rostro difuminado, asegurando que Requesens, “por intermedio de Julio Borges”, gestionó su paso entre Venezuela y Colombia para el entrenamiento de los responsables en el país vecino.

El sábado, según la versión oficial, un dron estalló frente a la tarima en la que Maduro encabezaba una parada militar en Caracas y un segundo artefacto explotó tras chocar con un edificio de viviendas.

Mientras Maduro hablaba, el partido político de Requesens, Primero Justicia, denunció en Twitter que el diputado y su hermana Rafaela, dirigente estudiantil, “fueron secuestrados por 14 hombres del SEBIN (servicio de inteligencia) a golpes”.

Rafaela Requesens fue liberada posteriormente, según su familia.

Enjuiciamiento

Simultáneamente, el chavista Diosdado Cabello, presidente de la plenipotenciaria Asamblea Constituyente, anunció que este miércoles el órgano discutirá “el allanamiento de la inmunidad parlamentaria a los diputados implicados en el magnicidio en grado de frustración”.

El procedimiento es el paso previo para abrir un juicio.

Más temprano, Requesens pronunció un encendido discurso en el que prometió seguir presionando para poner fin al actual gobierno. “No nos queda otra que seguir estirando esta cuerda hasta que se rompa”, expresó.

En la misma sesión, la mayoría opositora del Parlamento rechazó “las vías violentas” para reemplazar al gobierno, al que exigieron una investigación “imparcial” sobre lo ocurrido.

El Legislativo, cuyas decisiones son declaradas nulas por la justicia y en la práctica ha sido sustituido por la Constituyente, reiteró su “compromiso con un cambio político urgente que permita atender la grave crisis” socieconómica.

La oposición teme que se desate una ola represiva en un país en el que denuncia la existencia de unos 250 “presos políticos”.

“El impacto inmediato (…) será intensificar la represión contra sus oponentes y cerrar filas en el chavismo, mientras (Maduro) tratará de presentarse a sí mismo sosteniendo con fuerza al poder”, estima la consultora de riesgo Eurasia Group.

“Ahora andan horrorizados con la detención de los magnicidas (…) La justicia viene”, sostuvo por su parte Cabello.

Extradiciones

Maduro ordenó pedir la extradición desde Colombia y Estados Unidos de quienes identifica como “cabecillas” del ataque.

“Confío en que el presidente Donald Trump no permita que, bajo territorio estadounidense, se prepare el asesinato en masa de líderes civiles y militares” en Venezuela, agregó.

El gobierno sostiene que los autores materiales fueron adiestrados en una hacienda de Chinácota, Colombia, y que los principales financistas están residenciados en Florida, Estados Unidos. Según un video, los responsables recibirían 50 millones de dólares de pago.

Maduro reiteró que el colombiano Juan Manuel Santos, quien este martes entregó el poder al derechista Iván Duque, orquestó el ataque.

“No tengo dudas que él tuvo participación”, insistió este martes, aunque sin dar detalles en torno al saliente mandatario, más allá de acusar a su gobierno de “proteger” a quienes planificaron el supuesto atentado.

Las tensiones entre Caracas y Bogotá han sido constantes desde la época del fallecido Hugo Chávez (1999-2013), mentor de Maduro.

Sin mencionar a Maduro, Duque aseguró durante la toma de posesión que buscará que los países de América Latina, “en defensa de los valores democráticos”, rechacen “cualquier forma de dictadura en el continente”.

Estados Unidos, Colombia y otros países de la región desconocen la reelección del mandatario el pasado 20 de mayo, boicoteada por la mayor parte de la oposición al considerarla “fraudulenta”.

FUENTE EL COLOMBIANO