El presidente señaló que le hacen una supuesta “campaña inmisericorde” a su administración y a las iniciativas que impulsa. La FLIP y el CPB le exigen respeto por la libertad de prensa.
Los medios medios de comunicación son, de nuevo, el blanco de los dardos lanzados por el presidente Gustavo Petro y también de la ministra de Salud, Carolina Corcho. Ambos les han endilgado el presente enredado que tienen algunas de las reformas que han presentado, empezando por la de la salud.
El ataque a la prensa inició con las palabras de la ministra durante una audiencia pública sobre la reforma en Arauca, cuando el viernes señaló su “preocupación”, porque “Colombia esté sometido (sic) a un estado de opinión donde mediáticamente se decide si un proyecto de ley se presenta, cuando eso es una función constitucional del Congreso (…) No es el ‘fallo’ de un medio de comunicación el que dice cuál es el trámite de una reforma, es la representación democrática del Congreso que no puede ser usurpada por la decisión mediática”.
A estos comentarios se sumó el Presidente durante un discurso que pronunció en Buenaventura, el pasado domingo. Les dijo a quienes escuchaban su discurso: “Ahí se la pasan los medios de comunicación que han hecho una campaña contra el Gobierno inmisericorde; la gente se extraña de ver todos los días cómo en emisoras, en canales de televisión, se nos ataca, se nos ataca y se nos ataca, Fíjense que tienen un gobierno que ni es aliado del narcotráfico, la violencia o la corrupción. Nos atacan porque tenemos un gobierno decente”.
Este comportamiento, no obstante, ha sido una constante de Petro como gobernante, no solo en la Casa de Nariño, sino también en la Alcaldía de Bogotá y como senador después de las elecciones de 2018. De hecho, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) le ha llamado la atención varias veces por los comentarios en los que cuestiona el trabajo de distintos medios, pues “pretende sembrar la duda sobre su idoneidad”.
“No hay más a quién culpar”
Desde que los partidos tradicionales (Liberal, Conservador y de La U, que hacen parte de la colación de Gobierno) se bajaron en bloque de apoyar la reforma a la salud, así como marcaron distancia de la reforma laboral, el discurso del presidente Petro se encaminó a llamar al apoyo popular y a que estos sectores políticos se oponen “al cambio”.
Ese discurso, en el que se busca un doliente al cual responsabilizar por los planes del Gobierno que no tengan feliz término, entran también los medios con los que ha tenido una relación tensa desde que era alcalde de Bogotá y a quienes, desde que es presidente –de acuerdo con lo dicho por la Flip–, “ha calificado como información periodística falsa y ha replicado mensajes de terceros que se refieren a periodistas de manera desobligante y burlona”.
La reforma a la salud es el ejemplo más reciente: el viernes pasado a última hora lograran revivirla en el Congreso, sin que eso signifique que vaya a ser aprobada. Por eso, para el experto en salud Paúl Rodríguez, el señalamiento de la ministra Corcho –en consonancia con los ataques de Petro– “es desafortunada, porque en lugar de buscar espacios de concertación y diálogo, busca excusarse con un actor que no tiene nada que ver en el tema. Le ha echado la culpa a los partidos y al sector privado, pero los únicos que tienen capacidad de inferir en la percepción son los medios. No quedaba más gente para echarle la culpa”.
La idea de “relatos periodísticos”
Y es que para el presidente –como lo dijo en una entrevista con la revista Cambio– lo que existen son “relatos periodísticos” que, para él, generan un ambiente adversario contra las reformas (a la salud, laboral y pensional) que su Gobierno pretende ejecutar. Como le dijo a EL COLOMBIANO la directora de posgrados de ciencia política de la Universidad Javeriana, Patricia Muñoz, “desde entonces puso el tema de que la información que difunden los medios genera unas corrientes de opinión pública que le son adversas al Gobierno”.
Según Muñoz, esto evidencia que “los medios de comunicación tienen una capacidad de incidencia en la construcción de agenda pública”, y “(él) asume que las propuestas del gobierno no son del mejor recibo en la ciudadanía por cómo los medios informan sobre ellas”.
Por otro lado, la docente y periodista Nidia Serrano señaló que “no se le puede atribuir una responsabilidad a los medios de unos procesos que no están concertados con la sociedad civil, la clase política y con todos los que necesitan dar el visto bueno” a estas reformas; así mismo, recordó que “es hora de que se entienda que los medios tenemos un papel al servicio de la comunidad y de control a los procesos de la nación, en aras de que la comunidad sea la más beneficiada y no los gobiernos”.
Sin ir más lejos, el llamado Gobierno del cambio (¿para sorpresa de quién?) está emulando comportamientos de sus antecesores frente a la prensa que les era incómoda. Y aunque Petro tiene derecho a responder críticas, estas no pueden surgir desde la intimidación o la estigmatización, como lo dijo la abogada constitucionalista Catalina Botero.
FUENTE: El Colombiano