Plaza de agua de la etapa 1B, nueva controversia en Parques del Río.

Una nueva discusión gira en torno a la obra de infraestructura más polémica de las últimas décadas en el Valle de Aburrá: Parques del Río. Después de que el futuro de la megaobra fuera uno de los temas centrales en la anterior campaña política a la Alcaldía, por su costo y pertinencia y, tras convertirse en punto de distanciamiento entre la pasada y la actual Administración Municipal, una nueva disputa comienza.

Se trata de la suerte de la playa de piedra, la zona de interacción con chorros de agua de la etapa oriental del proyecto, que estaba contemplada en los diseños iniciales y que será reemplazada por árboles y jardineras, según la determinación de la Secretaría de Infraestructura Física.

“Una ciudad como Medellín debe pasar del discurso a la realidad de la sostenibilidad. Debemos pensar nuestros proyectos para que puedan mantenerse en el tiempo”, dijo Paula Palacio Salazar, titular de esa dependencia.

La funcionaria añadió que solicitaron al área de arquitectura ajustar el diseño para que no haya plaza de fuentes y, que en su reemplazo, sean incluidas jardineras y árboles para fortalecer la red ecológica que se pretende desarrollar a futuro. Indicó que el mantenimiento de las fuentes de agua es “complejo” y sus costos “bastante altos”, llegando a $1.600 millones anuales por el proyecto. “No estamos pendientes de ganarnos premios de arquitectura con el espacio público. Lo importante es que sean funcionales y la gente los pueda disfrutar en el largo plazo”, afirmó Palacio.

“Sacrifica la calidad”

La corporación Amigos de Parques del Río, organización encargada de promover la utilización y cuidado de este espacio, manifestó su preocupación por la supresión de las zonas de agua de la etapa 1B.

“Está muy bien que haya modificaciones, pero deben ser de forma y no ir en contra de la filosofía del proyecto. El agua siempre estuvo presente. Además de estético tiene un tema clave para la apropiación. No se puede perder la esencia de lo que estaba diseñado. Nos parece muy importante que se revise, aún estamos a tiempo”, aseguró Juan Pablo López, director de la corporación y exintegrante de la gerencia de la Alcaldía pasada.

López contó que desde las primeras reuniones con la comunidad, la plaza fue un compromiso de la Administración, porque el agua ha sido el elemento diferenciador en otros espacios de ciudad como las Unidades de Vida Articulada (UVA) o los parques públicos como el de los Pies Descalzos o de Los Deseos.

“En el sector B sería aún más notorio porque se complementaría con las fuentes de EPM y el Museo del Agua. No se puede sacrificar la calidad, ni lo fundamental por tratar de correr a última hora. Un proyecto público debe ofrecer alta calidad”, dijo.

A favor y en contra

Martín Alonso Pérez, presidente de la Sociedad Antioqueña de Arquitectos e Ingenieros, dijo que la determinación de la Administración es correcta en la definición de la etapa 1B, fase que ya había sido rediseñada por no haber considerado las franjas para el futuro paso del ferrocarril metropolitano del Valle de Aburrá.

“Muchas de las infraestructuras son excesivamente costosas, su mantenimiento es tan alto que hace inviable el sostenimiento del espacio público. El urbanismo que se debe construir tiene que ser austero, capaz de perdurar con mantenimiento bajo. Es un sofisma que los espacios deban tener agua para tener animación urbana”, opinó Pérez.

El dirigente consideró que en los espacios públicos priman otros elementos como la arborización, que genera sombra; la seguridad, señalización e iluminación nocturna.

Para Santiago Ortega Arango, magíster en Ingeniería de Recursos Hidráulicos de la Universidad Nacional y profesor de la Escuela de Ingeniería de Antioquia, el contacto con el agua hace que los espacios sean agradables y la sensación térmica disminuya. Puso de ejemplo el Circuito Mágico del Agua, del parque de la Reserva en Lima (Perú), que se convirtió en símbolo de la recuperación de espacios públicos con fuentes animadas.

Ortega opinó que limitar las características del proyecto disminuye su pretensión inicial y que la ciudadanía debe asumir los costos de poder disfrutar de espacios públicos de alta calidad.

“El diseño de Parques del Río fue ganador de un concurso internacional (en abril pasado obtuvo el premio Future Project Awards 2018 de la revista británica Architectural Review). Además, la primera parte funciona muy bien. El valor del mantenimiento es mínimo comparado con el esquema que pretende el parque. Es importante respetar los diseños originales”, concluyó Ortega.

FUENTE EL COLOMBIANO