Adquisiciones y primas salariales, en lo que más gasta Colombia.

El gasto público en América Latina y el Caribe consolidado actualmente ronda el 29,7 % del Producto Interno Bruto (PIB), eso representa un alza de 7 puntos porcentuales en los últimos 20 años, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Sin embargo, la entidad resalta que ese incremento no se ha visto reflejado de manera similar en aumentos de beneficios sociales duraderos.

Dicho esto es válido preguntarse, ¿cómo administra Colombia su gasto público? El BID, en su estudio “Mejor gasto para mejores vidas”, publicado hoy, señala que el desembolso en adquisiciones a nivel estadual tiene un papel notable para el país, una cifra cercana al 42 % (ver gráfico).

En ese sentido, Edwin Torres, economista y profesor de la Universidad de Antioquiadetalló que la importancia de ese tipo de inversión radica en los resultados que se obtengan de los proyectos en los que se apueste. “Debido a la falta de capacidad, estamos viendo más seguido que el gobierno invierte en conjunto con el sector privado en planes estratégicos para impulsar el crecimiento económico”, apuntó.

Con todo y eso, el BID resalta que las adquisiciones constituyen un imán para las ineficiencias en la gestión y para la corrupción que, aunque es difícil medir su costo exacto debido a su naturaleza oculta, se estima que por este flagelo se pierde entre un 10 % y un 30 % de la inversión en proyectos de construcción financiados con dinero público.

Al calcular el costo de la ineficiencia que suma excesos en las compras gubernamentales incluyendo pérdidas por causa de la corrupción y por demoras, junto a las transferencias que no llegan al sector indicado de la población y una abultada nómina salarial en el sector público, da como resultado pérdidas por 4,4 % del PIB de América Latina y el Caribe o unos 220 mil millones de dólares (661,5 billones de pesos, a la tasa actual).

Empleo público

Para el BID el gasto salarial del gobierno, cercano a los 400 mil millones de dólares al año (o 1.202,7 billones de pesos, a la tasa actual) en América Latina y el Caribe, es otro insumo clave en el crecimiento del PIB. “Una gran parte de la ineficiencia del gasto público se debe al funcionamiento de un empleo público que no siempre se basa en criterios óptimos”, agrega el informe.

El banco destaca que si bien el empleo público no es uniformemente más alto en América Latina y el Caribe que en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), gran parte del gasto salarial más elevado en los países de la región se puede atribuir a una alta prima salarial pública, es decir, los salarios promedio de los trabajadores del sector público son más elevados que los del sector privado.

“Además de salarios más altos, los empleados del sector público suelen disfrutar de numerosos beneficios no salariales, como la atención sanitaria y los planes jubilatorios, así como de una mayor seguridad en el empleo, lo que implica que el diferencial en el conjunto del paquete de compensaciones puede exceder los simples ingresos salariales”, subraya la investigación.

Los países que más malgastan son aquellos con las primas salariales más altas y una menor proporción de trabajadores no calificados: El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Ecuador (más del 20 %), y Colombia y Costa Rica (más del 15 %).

Iván Jaramillo, director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, precisó que esas primas son altas en Colombia porque responden a finalidades específicas como nivel de estudio, experiencia o evaluaciones de desempeño.

“Reducirlas sería una grave afectación de los ingresos de los servidores públicos. Creo que debe priorizarse el gasto social sacrificando gastos suntuarios del Estado, pero es deseable además aumentar el ingreso eliminando excenciones tributarias, por ejemplo”, enfatizó Jaramillo.

Finalmente, el BID subraya que el gasto inteligente puede generar grandes dividendos. “América Latina y el Caribe pierde miles de millones de dólares por año en el gasto que se podría cambiar a otros gastos más rentables o sencillamente utilizarse para disminuir la deuda”, se lee en el estudio (ver Claves).

FUENTE EL COLOMBIANO