Muchas encuestas y pocas propuestas en campañas.

En la medida en que avanza la campaña política las encuestas van cambiando de protagonistas. Quienes son bendecidos con una buena favorabilidad se regodean en los resultados, mientras que quienes comienzan a perder terreno critican a los encuestadores y piden más seriedad en las mismas.

Tras conocerse las más recientes encuestas que muestran un empate técnico entre Sergio Fajardo e Iván Duque el candidato de la Coalición Colombia aseguró que el país todavía no ha escuchado sus propuestas y que tiene tres meses para darlas a conocer.

Sin embargo, en la medición anterior, cuando era el ganador, salió a decir que el resultado fue producto de sus 18 años de trabajo, “diciendo la verdad y rompiendo la polarización”.

Por otro lado, la candidata Marta Lucía Ramírez, expresó su descontento con los resultados de la medición asegurando que el margen de error era muy amplio, y que la medición anterior tenía una muestra diferente por lo que no eran comparables la una con la otra.

A esto se suma que los candidatos han presentado sus propuestas, pero estas no hacen eco en la población. Más bien los aspirantes se han concentrado en figurar en los medios de comunicación a través de distintas estrategias que no necesariamente incluyen sus programas.

Según el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de la Sabana, Iván Garzón Vallejo, las encuestas son importantes para medir la voluntad del público, “más que predecir un resultado, la idea es mostrar tendencias y uno debe leerlas mirando no solo la encuesta del momento, sino compararlas con las anteriores. Si bien hay un margen de error, también hay un componente de incertidumbre que solo se resuelve el día de las elecciones”.

Según el analista, las encuestas son fotos del momento y por eso es mala idea pelear con ellas pues son una forma de averiguar la voluntad ciudadana.

Para Rubén Sánchez, profesor de ciencia política de la Universidad del Rosario, las encuestas miden la intención de voto en condiciones transparentes, el problema es que hay factores externos, “como la compra de votos que nunca se van a reflejar”.

FUENTE EL COLOMBIANO