Nuevo aire a cadena perpetua a violadores.

Asesinar o violar niños son delitos que, además de generar el rechazo, reviven propuestas que han hecho camino, como la cadena perpetua para quienes los cometan, aunque el referendo que impulsa esta medida se ha hundido tres veces en el Congreso.

La iniciativa retoma vigencia, pues el electo presidente Iván Duque, durante su encuentro con los alcaldes del país el pasado miércoles, manifestó su interés de acompañarlo, para que los colombianos validen penas contundentes para los responsables de estos delitos que, según Medicina Legal, llegaron a 2.228 casos entre enero y mayo de este año y, en 2017, a los 2.481.

Cada día de 2018, la entidad ha practicado 14,5 exámenes médico-legales relacionados con abuso sexual, mientras el año pasado el promedio llegó a 16,5. “Quiero invitarlos a que construyamos una propuesta para que, como sociedad, al unísono, en 2019 podamos ir como ciudadanos a las urnas y votar el referendo para que exista cadena perpetua para violadores y asesinos de niños en Colombia”, dijo Duque.

Según cifras del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), en las cárceles del país hay actualmente 3.908 condenados por el delito de acceso carnal violento contra menor de 14 años y 2.050 sindicados, mientras que en lo que corresponde al de acto sexual en menor de 14 años, en el país hay 4.486 condenados y 2.387 sindicados.

¿De dónde viene?

La propuesta de un referendo nació hace 10 años, con la exconcejala y senadora Gilma Jiménez, quien falleció en 2013. No obstante, su hija, Johana Jiménez,decidió retomar las banderas y continuó impulsándolo en el país.

Para ella, este empujón de Duque representa que “ahora los niños sí tienen quien los defienda” y confía en que “se obtendrá el respaldo de los colombianos en las urnas”, pues cuestiona la impunidad que sufren víctimas y sus familias.

Lo mismo plantea el constitucionalista José Gregorio Hernández, al sostener que la “sociedad colombiana está cansada de que la población más indefensa siga siendo a la que más le vulneren sus derechos, mientras que los responsables –de estos delitos– quedan libres para continuar amenazando a la niñez”.

¿Populismo punitivo?

Cuando se dio a conocer la propuesta de la senadora Jiménez, el director del Centro de Estudio “Dejusticia”, Rodrigo Uprimny, en varias ocasiones lo calificó como “populismo punitivo”, al cuestionar que la iniciativa es inconveniente, pues desarticula el sistema y no mejora las condiciones para crear mecanismos que permitan proteger a la niñez.

Al respecto, la promotora del referendo sostiene que ese “ha sido el único argumento de quienes lo rechazan”. Además, sostiene Jiménez, “no se vale quedarse de brazos cruzados ante este problema”.

Otra mirada tiene el constitucionalista Juan Manuel Charry, quien no se atreve a calificar el referendo como “populismo”, porque constitucionalmente es viable.

Sin embargo, recuerda Charry, Colombia firmó el pacto de Derechos Humanos de San José de Costa Rica de 1996, que se enfoca en que las penas privativas de libertad deben tener un enfoque resocializador, contrario a lo que sucede con la cadena perpetua, que lo único que busca es tener en la cárcel a una persona que cometió un delito.

Más allá del análisis de los expertos, es claro que el referendo es una iniciativa popular que se ha quedado a mitad de camino en el Congreso, ahora con el espaldarazo de Duque podrá llegar a las urnas en donde la última palabra la tendrán los colombianos.

FUENTE EL COLOMBIANO