2018, con la mira puesta en subir la productividad.

Una década ha pasado desde que el expresidente Álvaro Uribe Vélez lanzó el Programa de Transformación Productiva (PTP) para promover, valga la redundancia, la productividad y competitividad de la industria, pero aún muchas tareas quedan pendientes: al contabilizar la productividad la cifra es negativa (-0,24 %), según el Departamento Nacional de Planeación (DNP).

La entidad también se ha transformado en estos años, antes de 2015 solamente se dedicaba a realizar articulación institucional, y desde entonces puede hacer un trabajo directo con las compañías y ha logrado impactar 800.

EL COLOMBIANO habló con Felipe Torres, gerente del proyecto, quien además está estrenando cargo desde octubre, para conocer el balance del año pasado y los planes.

¿Cuál es el balance que hace usted de la industria?

“Fue una año muy difícil, pero no fue una situación exclusiva de Colombia. Nosotros seguimos haciendo nuestra labor, sin importar si estamos en un ciclo económico de expansión o no. 2018 lo vemos más positivo”.

¿Qué piensa de la premisa que es mejor enfocarse en algunos sectores, en los más competitivos?

“La focalización sectorial debe ser dinámica, es difícil establecer una política exclusiva para pocos sectores. Lo importante es entender la dinámica económica en las regiones y cuales productos o sectores pueden estar teniendo crecimiento más exponenciales. Por eso han existido sectores que han estado y han salido del PTP”.

¿Cuántos sectores incluye hoy el programa?

“14. Café, cacao, frutas y sus derivados, así como alimentos procesados. Cosméticos, farmacéutico, química básica y plástico y pinturas; así como industrias en movimiento y para la construcción y 4.0, sistema moda y turismo de bienestar y naturaleza”.

¿Qué pasa con sectores como calzado y salud?

“Con calzado el mayor problema es el contrabando, así que su gestión es más del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo que el nuestro, pues es un tema que se aborda de manera transversal.

En turismo de salud ya se alcanzó lo que se requería en materia de certificaciones y ahora ProColombia entrará más fuertemente a potenciar el destino a nivel internacional, no hay mucho más que podamos ofrecerle para mejorar, por eso tenemos el último proyecto específico de bilingüismo en esta área, pues notamos esta falencia”.

¿Cuál fue su presupuesto de inversión en 2017 y qué perspectiva hay para 2018?

“Nuestro presupuesto de intervención en 2017 fue de 77 mil millones de pesos. Y para el próximo se tienen fijos 80 mil millones de pesos, la mayoría por cooperación”.

¿Qué se tiene planeado hacer en Antioquia?

“Hay 23 proyectos que tenemos con impacto en Antioquia, unos en ejecución y otros para este año. Entre los más importantes está Colombia productiva. De las 358 empresas postuladas 45 son de Antioquia” (ver Informe).

¿Qué es eso?

“Es la primera intervención a gran escala de la productividad. Estamos intentando vincular a 400 empresas para mejorar su productividad.

Esto no se había hecho y lo que buscamos es poder ofrecerles una intervención con 5 ejes: productividad (procesos), eficiencia energética, gestión comercial, gestión de recursos humanos y de calidad, con miras a para acceder a otros mercados”.

¿Cómo una empresa puede postularse?

“Tiene hasta el 9 de febrero, debe tener dos años de constituida y sus procesos financieros y contables al día, además debe pertenecer a algún sector PTP. Es importante decir que nosotros pedimos una contraprestación de tres millones de pesos para las pequeñas empresas y de seis millones para las grandes, para generar una apropiación frente al proyecto. Nos hemos dado cuenta que cuando es asistencialista hay altas deserciones”.

Finalmente, ¿cuál es el gran proyecto para 2018?

“Hay uno muy importante que se llama Agroexporta, con lo que se pretende impactar 11 mil beneficiarios, de 8 sectores en 18 departamentos en 220 municipios, 67 de estos están en Zonas Más Afectadas por el Conflicto (Zomac) lo cual va en línea con la política de gobierno en posconflicto. En Antioquia se incluye al sector lechero y ganadero.

FUENTE EL COLOMBIANO

Esto se va a encontrar en el eCenso

Expectativa es la sensación que generó la hora cero del censo electrónico o eCenso que fue lanzado a las 7:00 a.m. ayer en streaming por el director del Departamento Administativo Nacional de Estadística (Dane), Mauricio Perfetti.

La idea de lograr una reseña de la sociedad colombiana, que desde hace 13 años no se realizaba y además iniciar por internet, con la idea móvil y sin estar supeditado al ‘toque de queda’ usual de la medición, es atractiva, pero aún quedan retos tecnológicos y brechas de conocimiento para que las personas se “autocensen”.

Esta etapa digital que se extenderá hasta el 8 de marzo, tiene dos opciones: ser realizada totalmente online o a través de una descarga de un programa ejecutable que se debe instalar en el computador y tiene un peso significativo para su operación.

Entre los retos de hacerlo totalmente por internet están la cobertura de su servicio y la intermitencia de la plataforma, que ayer presentó fallas técnicas, que impidieron el normal desarrollo de la jornada digital, debido “al alto flujo de usuarios que optaron por esta alternativa”, según informó el Dane, que agregó: “todo el equipo de soporte estuvo al frente para mejorar la experiencia del usuario”. Según dijo Perfetti, en la mañana, por segundo se registraron 3 mil personas ingresando, 64 mil sesiones abiertas y un promedio de permanencia de 14 minutos.

Lo bueno es que en el recorrido del trámite usted podrá ir guardando poco a poco y así no se perderá lo realizado en el curso del proceso.

Como en juego largo hay desquite, aún le quedan 58 días para insertarse en la operación digital y romper la barrera física para poder responder las grandes preguntas de ¿Cuántos y cómo somos? le presentamos algunos tips que le pueden ayudar a perder el miedo a la herramienta. Eso sí, recuerde que ser censado no solo se puede lograr de manera digital, pues en abril inicia la etapa puerta a puerta y el proceso arrojará los primeros resultados entre julio y agosto.

Sobre las preguntas

El censo pasa por cuatro grupos relevantes de temas: ubicación, vivienda, hogares y personas.

La ubicación pide información básica de referencia como: departamento, municipio y si es cabecera municipal, centro poblado, o está en un área rural disperso. Por fortuna para los no expertos, cada una de estas expresiones técnicas vienen acompañadas de una definición que da luces sobre lo que se debe responder. También se le pregunta por el barrio y la dirección específica.

La vivienda es el segundo gran tema a indagar y allí se debe responder sobre las características físicas de esta. Lo primero es identificar si es una casa, apartamento, cuarto, vivienda tradicional indígena o, incluso, si se vive en un contenedor, carpa, embarcación, vagón o cueva.

Entre las preguntas técnicas, una de las que más desafíos presenta es el tipo de material que predomina en las paredes; en esta se arman grandes grupos. Algunos ejemplos son el de bloque, ladrillo, piedra, madera pulida; el concreto vaciado, y el material prefabricado. En la versión web se despliegan algunas ayudas, pero ahora que sabe lo que le van a preguntar y puede ir alistando la respuesta.

Lo mismo sucede con los pisos, que incluye opciones como mármol, parqué, madera pulida o lacada; baldosa, vinilo, tableta, ladrillo, laminado; o materiales como tierra, arena, barro, entre otros (mirar gráfico).

Tenga a la mano un recibo de energía eléctrica y conozca la periodicidad de la recolección de la basura en su vivienda, pues son datos que se van a requerir para mirar el estrato en el que vive y evaluar el servicio de aseo.

Lo demás, son características fácilmente apreciables, como el número de cuartos, para qué se usan (dormir, garaje o negocios), si hay uno exclusivo para cocinar y si tiene sanitario con conexión a alcantarillado, pozo séptico, si tiene descarga directa a fuentes de agua o si no tiene este servicio.

Sobre el hogar las preguntas se enfocan en los miembros que residen en la vivienda y si hubo fallecimientos durante el año pasado le preguntan el sexo, edad de la persona y si se expidió o no un certificado que así lo acredite.

De los miembros, no basta saberse el número de documento, también se debe conocer la fecha de expedición, el sexo y si es el jefe de hogar.

Personas es el último bloque y uno de los más gruesos. Por cada integrante se destacan características de edad (cumplida a la fecha) y el parentesco con el jefe de hogar.

Este es el punto en el que se reconocen comunidades étnicas, incluso se profundiza en el clan (en caso de que sea indígena) y kumpania (si es gitano). También se indaga por las lenguas nativas, si las personas las entienden y si hablan otras.

Este segmento también trata sobre la salud de las personas en los últimos 30 días, el acceso al servicio, si fue atendido y cómo lo consideró, así como las limitaciones permanentes (personas en condición de discapacidad) en el que se identifican nueve caracterizaciones. Gracias a ese grupo temático (personas) se conocerá el nivel de alfabetización y educación de los censados, el estado civil y los miembros de un hogar que resida en el exterior.

En este proceso falta tela por cortar, pero solo al final del ejercicio conoceremos cuáles son los desafíos de la herramienta y qué tanto se logró un autocenso digital frente al, tradicional, puerta a puerta .

FUENTE EL COLOMBIANO