Un terremoto de 6,1 grados sacude el oeste de Japón.

Un terremoto de 6,1 grados de magnitud sacudió el domingo el oeste de Japón y causó la muerte de por lo menos tres personas, incluida una niña de 9 años, y decenas de heridos, según informó el Gobierno.

La cadena pública NHK habla de al menos 61 heridos, una treintena de ellos en la ciudad de Osaka.

Los tres muertos confirmados son una niña de 9 años que falleció debido al derrumbamiento de un muro en un colegio en la localidad de Takatsuki (prefectura de Osaka), un hombre de 85 al que se le cayó encima una estantería en su casa de Ibaraki (en la misma prefectura) y otro varón de 80 que quedó sepultado bajo otra pared desplomada en la ciudad de Osaka.

El sismo se registró a las 07.58 hora local y tuvo su epicentro a 13 kilómetros de profundidad en la prefectura de Osaka, en la isla de Honshu -la mayor del archipiélago nipón- y a unos 500 kilómetros al oeste de Tokio, informó la Agencia Meteorológica (JMA).

El seísmo, por el que no se activó la alerta de tsunami, alcanzó el nivel 6 bajo en la escala japonesa cerrada de 7 grados (centrada en el grado de agitación en la superficie) en la prefectura de Osaka y de 5 alto en la vecina prefectura de Kioto.

Varios edificios en las ciudades de Osaka y Takatsuki se han derrumbado e incendiado, según las imágenes emitidas por NHK, que ha informado de que podría haber personas atrapadas.

El temblor ha causado la suspensión del servicio de tren bala en la zona, lo mismo que ha ocurrido con los servicios ferroviarios locales en las prefecturas de Osaka, Shiga, Hyogo, Kioto y Nara, mientras que el suministro eléctrico ya se ha recuperado en la región en la que quedaron afectadas unas 170.000 viviendas.

El aeropuerto Internacional de Kansai (Osaka), el más importante del oeste de Japón, ha sido reabierto después de que se confirmara el buen estado de sus pistas, mientras que en el segundo aeropuerto de esta ciudad se habrían cancelado 41 vuelos.

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FUENTE EL COLOMBIANO.

Duque, nuevo presidente de Colombia.

Unos veinte minutos antes de que el presidente electo, Iván Duque, subiera a la tarima dispuesta en el Cubo de Colsubsidios, en Bogotá, donde los esperaban cientos de simpatizantes desde las 3:00 pm, una de sus asistentes ubicó un par de hojas manuscritas sobre el atril.

El nuevo mandatario nunca fijó su mirada sobre sus letras. Hizo primero su aparición la vicepresidente electa, Marta Lucía Ramírez, acompañada de su familia. Minutos después, en medio de la euforia apareció Duque, con su mamá, Juliana Márquez y con la nueva primera dama, la también abogada María Juliana Ruiz, y sus tres hijos, Luciana, Eloisa y Matías.

A los niños los ubicaron en sillas de plástico, y se quedaron ahí durante todo el discurso de su papá, que antes de empezar a hablar recibió un par de golpecillos en el pecho de Luis Guillermo Echeverri, “luigi”, su gerente de campaña, que podrían traducirse es un: “se lo dije”… Ese abrazo fue el preámbulo.

Duque dijo que su tarea no era ganar la Presidencia, sino superar los odios y unificar al país, para sacar adelante las reformas que planteó en su programa de gobierno, ‘Construyendo futuro’, en temáticas como emprendimiento, legalidad, salud y equidad.

Estaba escoltado por una veintena de integrantes de su equipo primario. No obstante, en la tarde si estuvieron en el recinto varios dirigentes y políticos, como el excandidato Óscar Iván Zuluaga.

Hasta el final hicieron presencia, pero desde las gradas el exprecandidato Alejandro Ordóñez y varios congresistas de diferentes partidos, especialmente del Centro Democrático, el Conservador y el MIRA.

El expresidente Álvaro Uribe, su mentor, escuchó las palabras de su pupilo desde su finca en Rionegro. “Ni Duquismo ni Petrismo, ahora vamos a trabajar unidos por Colombia”, fue una de las frases que más aplausos generó. Antes de su llegada, la logística pidió a los asistentes no saltar, porque el piso de movía.

Los principales mensajes

El nuevo presidente de Colombia deja tres grandes mensajes: el primero es que será un gobierno de gente joven, con el objetivo de unir al país. “Usó una anáfora (repetición) indicativa: construcción, reconciliación, y sin mirar hacia atrás. Con esto enmarca su estilo de no revanchas y superar la polarización”, explicó Nury Gómez, politóloga de la U. Nacional y especialista en Comunicación Política de la U Eafit.

Agregó que, lo segundo, es que le quitó ejes de campaña a Petro, en reiterar la lucha contra la corrupción, la búsqueda de sostenibilidad ambiental y el compromiso con una reforma rural. El tercer punto, dejó claro que se moverá entorno a la legalidad y la justicia social, con una promesa de no hacer trizas el Acuerdo de paz con la Farc, sino de buscar seguridad y concretar justicia, reparación y no repetición.

“Llama la atención que no mencionó ni llamó al diálogo a Gustavo Petro y el poco agradecimiento a quienes lo apoyaron en segunda vuelta. Interesante el ‘olvido’ de Cambio Radical y apoyos de La U, César Gaviria y el liberalismo (…) fue un discurso ceremonial, pausado y ensayando, con voz calmada, pausas amplias y frases cortadas. Esto se hace con la intención de dejar claridad en que él tomará las decisiones”.

Entretanto, Liliana Gómezdocente de la Maestría en Comunicación Política de la U. Externado, dijo que Duque enfatizó en su discurso en que es él el presidente que ha tenido la más alta votación de la historia, para restar importancia en su falta de experiencia y para mostrar que tiene gobernabilidad. “Insistió en que será un presidente de la unión, que hará que en Colombia quepamos todos”.

Añadió que fue importante que habló de cuidar a los guerrilleros rasos que, según él, tendrán en su gobierno todas las condiciones para su desmovilización y reincorporación. Sin embargo, insistió en que se habrá cambios en la implementación de Acuerdo de La Habana.

“Hizo anuncios importantes, como que cuidará el medio ambiente y asegurará educación universitaria gratuita para estratos 1 y 2. Fue un discurso conciliador y esperanzador, de alguien que quiere enviar un mensaje de tranquilidad. Igual hay que esperar porque él dijo que un presidente no hace milagros”, precisó Gómez.

Reto: la gobernabilidad

En el fondo, el presidente electo, en palabras de Jaime Carrión, docente del área de Partidos Políticos de la U. Nacional, sede Medellín, dejó ver fuertes pretensiones de gobernabilidad y gobernanza. Con apropiación del discurso de otros candidatos, incluso de aquellos que han manifestado su más férrea oposición.

“Su estrategia inicial parece recoger los temas fuertes de sus contrincantes: sostenibilidad ambiental, clase media rural, corrupción y educación gratuita. Sorprendió que la reforma al Acuerdo no fuera dominante en su discurso”,

En contraposición Luis Trejos, docente de Ciencia Política de la U. de Norte, dijo que ganaron los gremios económicos, que recibirán beneficios tributarios, y las maquinarias regionales, “que concentraron sus esfuerzos en un solo candidato y por eso mantendrán sus cuotas”.

Su primer viaje oficial, una vez tome posesión, será a San Andrés y, al día siguiente se desplazará a Tibú, en el Catatumbo. Dos mensajes de unidad, soberanía nacional y lucha desde el primer momento contra la inseguridad.

La aparición pública de Duque en el escenario pudo ocurrir antes, en 2010. Hizo aportes para el programa de Gobierno del candidato Juan Manuel Santos, y cuando este quedó electo, bajo las banderas de la Seguridad Democrática, estuvo en el sonajero para ocupar la cartera de Cultura, pero las intrigas bloquearon esa posibilidad.

En ese momento era el jefe más joven de la División de Cultura, Creatividad y Solidaridad del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde llegó en 2001 como asesor, recomendado por el ministro de Hacienda, Santos, quien también o tuvo como consultor.

Tuvo que esperar cuatro años más para su epifanía en la política electoral nacional. Pero ese tiempo no fue en vano: logró estrechar su relación humana e ideológica con el expresidente Álvaro Uribe, quien por esos días estaba en Estados Unidos en foros y conferencias.

“Ayúdate que yo te ayudaré”

En agosto de 2010 la ONU creó un comité internacional compuesto por cuatro personas, entre ellas el expresidente Uribe, para que investigaran el ataque israelí contra una flotilla de ayuda a Gaza, que dejó nueve muertos. Uribe, que ya tenía muy buenas referencias de Duque, le pidió que fuera su asesor.

Al tiempo se convirtió en su asistente profesoral en varias universidades norteamericanas. Pese a su cercanía con Santos, prefirió quedarse de lado de Uribe, cuando ambos líderes rompieron cobijas.

Según el senador José Obdulio Gaviria, en ese lapso se formó una estrecha relación de colaboración entre ambos, tanto profesional como política, por los encuentros en ideas liberales y democráticas. “La primera gran discusión sobre la creación del Puro Centro Democrático, como se denominó al inicio, se hizo en Estados Unidos, en 2012”.

Gaviria, quien fue junto al representante por Antioquia, Federico Hoyos, de los primeros en empezar a ventilar una posible candidatura de Duque, desde finales de 2015, recordó que lo conoció en 1997, cuando el Instituto de Estudios Liberales de Antioquia lo invitó a organizar la constituyente liberal, para intentar salvar al partido de los efectos del proceso 8.000. “Desde ese momento se percibía de cultura extensa y pensamiento liberal. Hablaba de los grandes pensadores europeos y norteamericanos. Cualquiera que tuviera contacto con él captaba esa profundidad intelectual”.

En el BID también conoció a una persona clave en su futuro político: Luis Guillermo Echeverri, hijo de Fabio Echeverri, mecenas de Uribe y director ejecutivo designado por el entonces presidente Uribe y quien ahora es su gerente de campaña. Desde ese organismo, donde estuvo hasta el 2013, conoció no solo a los dirigentes del uribismo sino a empresarios y políticos de todo el país, porque las romerías aumentaron en Washington D. C. ante la firma de los tratados de libre comercio.

La epifanía política de Duque

Para los cercanos a Uribe no fue una sorpresa cuando, en 2014, Uribe invitó a Duque a ser parte de la lista cerrado del Senado que él encabezaría, y en la casilla séptima, que le garantizaba su curul. No tenía duda de su potencial, capacidad y proyección política. Otros sectores cuestionaron la buena ubicación de una persona tan joven y desconocida en las lides políticas.

Duque no pudo estar presente en muchas de las actividades de la campaña, entre otras cosas, porque estaba entregando su cargo en el BID. Muchos de sus compañeros de bancada lo conocieron previo al 20 de julio, cuando se reunieron todos los congresistas electos a definir en qué comisión estaría cada uno.

Un detalle no menos importante es que Uribe ubicó a Duque al lado izquierdo de su curul, es decir, a las derecha para las audiencias. Eso le permitió tener mayor visibilidad mediática. Pero el impacto en la opinión y los medios no sería tal si no hubiera estado acompañado de una tarea legislativa rigurosa.

El representante Hoyos afirmó que Iván, como lo llaman sus compañeros, conformó una unidad legislativa muy técnica, que siempre le mantenían en carpetas con proyectos, información de cada debate, cifras y datos actualizados del Banco de la República, de Fedesarrollo, que ayudaron a robustecer los debates que empezó a protagonizar. Incluso, los asesores del Ministerio de Hacienda se sorprendían de que un abogado dominara asuntos económicos del país con tanta profundidad, pero ese también era el reflejo de dos maestrías en EE. UU.

“En 2015 me sugirió que hiciera en la Comisión Segunda un debate sobre la llegada de los venezolanos. Tuvo la capacidad de adelantarse a lo que hoy estamos viviendo. Fue clave en la mitigación de efectos negativos del TLC con Corea. Se lució en los debates de la reforma tributaria, pues advirtió los efectos del aumento de 3 puntos del IVA. Alertó por el aumento de deuda en cuenta corriente y el crecimiento del gasto público. Sacó 5 leyes adelante, estando en oposición”.

Se volvió invitado habitual en espacios de debate, entrevistas y foros. Al tiempo, Duque mantenía la disciplina semanal de escribir, él mismo, no sus asesores, las columnas de opinión para los diarios Portafolio y EL COLOMBIANO.

El plebiscito y su consagración

El 20 de agosto de 2016 el Congreso autorizó al presidente Santos convocar al plebiscito con el cual se pretendía refrendar el Acuerdo al que se llegara en La Habana. Ante lo desventajoso que resultaba dar ese pelea contra el aparato oficial, institucional y mediático, con un umbral a la medida y una pregunta sugerente, tomó fuerza en un sector del Centro Democrático la posibilidad de no participar en el proceso.

Pero en un cónclave de bancada, donde todos expusieron sus argumentos, el senador Duque defendió la necesidad de que el partido hiciera una campaña responsable por el No. Y esa posición se impuso en la votación interna. Desde ese momento se convirtió en uno de los jefes de debate más importantes de esa campaña y le inyectó argumentos económicos y jurídicos.

En la revisión de constitucionalidad del plebiscito, Duque participó en la audiencia pública y alegó vicios procedimentales y sus implicaciones legales. No obstante, la Sala Plena le dio el visto bueno el 19 de julio de 2017, eso sí, dejando claro que no se votaría por la paz, sino por el fin del conflicto con la Farc.

Pese a todo, estaba tan seguro del poder de los argumentos del No, como luego lo estaría de su candidatura, que fue de los pocos dirigentes de ese sector que, en la recta final de la campaña, cuando en todas las encuestas el Sí ganaba por mucha ventaja, decía públicamente que el No ganaría, aunque por estrecho margen, como efectivamente ocurrió el 2 de octubre de 2016.

Su precandidatura ya estaba tomando forma y su visto bueno se lo confirmó al país el expresidente Uribe, de manera implícita, cuando lo nombró como uno de los tres voceros de su partido para la renegociación del Acuerdo, junto a Óscar Iván Zuluaga Carlos H. Trujillo.

Con la firma del nuevo Acuerdo en el Teatro Colón y su posterior refrendación en el Congreso, pese al rechazo de la oposición, no culminó el papel de Duque. Presentó una demanda ante la Corte Constitucional contra el fast track (vía rápida) aprobado para la implementación legislativa, que fue fallada en mayo de 2017 y obligó al Congreso a votar punto por punto los proyectos, y no en bloque, como se disponía.

¿El relevo o el sucesor?

La vocería del No y el control político en el Congreso los alternó con su precandidatura, que se empezó a ventilar en su círculo más cercano a finales de 2015, pero que para la gran mayoría de congresistas, fieles a Zuluaga, era una carrera imposible, porque no tenía base electoral ni estructura política.

Desde dos frentes empezaron a promocionarlo: un grupo de empresarios liderados por Fabio Echeverri, mecenas de Uribe y jefe de debate de su reelección, su hijo Luis Guillermo y la Alicia Arango, exsecretaria privada de la Casa de Nariño en la era Uribe. En el otro plano estaba el Centro de Pensamiento Primero Colombia.

Empezó a realizar unos talleres bautizados ‘construyendo país’. Iba y venía silencioso por diferentes ciudades. No tenía cámaras encima, lo esperaban un par de amigos y ellos mismos lo presentaban ante auditorios pequeños, de máximo 20 personas. Durante 2016 recolectó 5.600 propuestas ciudadanas y, en 2017, con ese insumo escribió dos libros y construyó, un año más tarde, su programa de gobierno.

Pensar que delante de él estaban dirigentes de la talla de Zuluaga, Trujillo y Luis Alfredo Ramos hacía inviable su aspiración, pero hace año y medio le dijo a este diario que no lideraba una campaña improvisada y no buscaba otro cargo.

Ante la polvareda que se armó en julio de 2017, cuando Uribe dijo en Twitter que Daniel Samper era un violador de niños, Duque fue el único alfil del uribismo que no salió en defensa del expresidente. Eso fue aprovechado para que secanos al exmandatario le pidieran que no se fiase del senador, pero este se hizo el de la vista gorda.

Los dos presidenciables no pudieron entrar en la carrera, el primero por el riesgo que se corría con el entramado de Odebrecht vivo, y al segundo porque la Corte Suprema no definió su situación jurídica. Lo primero también le hizo sombra a Duque, porque se conoció que participó en una reunión en Brasil en 2010 con Zuluaga y el publicista ‘Duda’ Mendonça, pero apagó ese incendio porque afirmó que su desplazamiento lo pagó la campaña y nunca se reunión con esa empresa.

Superado ese asunto, empezó a recibir ataque fuertes de varios de sus copartidarios por posturas del pasado frente a temas morales y de coyuntura del país, especialmente del exministro Fernando Londoño, quien lo acusó de ser un “santista camuflado” “mozalbete inteligentón” e, incluso, le sugirió que, si era consecuente, se presentara como candidato independiente. Duque nunca entró en controversias.

Tenía claro que si el mecanismo de elección era una convención, su posibilidades de ser nominado se reducían, y por eso pidió por una consulta abierta. Como ya venía en marcha la alianza entre Uribe, el expresidente Andrés Pastrana y el exprocurador Alejandro Ordóñez, en octubre pasado los precandidatos acordaron que la selección se hiciera a través de encuestas y que quien saliera elegido entraría a consulta en marzo con otros sectores afines.

En la precampaña hubo un momento crítico, en noviembre, por el roce que se presentó con el precandidato Rafael Nieto, por un trino de Duque sobre el agro, que este tuvo que salir a aclarar. No obstante, En las tres mediciones el senador salió en primer lugar en intención de voto. La final se hizo entre el 6 y el 9 de diciembre del año pasado. Obtuvo el 29% de favorabilidad, seguido por Trujillo y Nieto con el 20 %.

Pero eso no fue suficiente. En la medición de Yanhaas del 22 de diciembre pasado, publicada por este diario, quedó de cuarto, con el 6 % entre todos los demás precandidatos. Hasta enero, algunos dirigentes de su partido, insinuaron que había que pensar en el país y que Marta Lucía Ramírez era una buena opción. Ahí siempre aparecía el senador Gaviria como escudo.

Duque no movió en milímetro de su postura inicial y aunque la consulta estuvo a punto de morir porque Ramírez prefería la encuesta y Pastrana no quería a Ordóñez, Uribe logró tirar línea y los tres se matricularon para la consulta del 11 de marzo. Previo a ese momento el expresidente le levantó la mano y lo presentó en múltiples escenarios.

Poco a poco los dirigentes de su partido fueron rodeándolo en la etapa final de la consulta, y se unifico completamente cuando salió victorioso con 4’031.296. Según Gaviria, en la campaña de la consulta Duque logró conectarse con la gente y, luego de la consulta, alzó vuelo propio, tanto que prefirió prescindir muchas veces de su mentor. Hoy empieza su propia historia.

FUENTE EL COLOMBIANO

Medellín tendrá marca en el segundo semestre de 2018.

Desde noviembre de 2015 el Concejo de Medellín expidió el Acuerdo 40 que creó el “Concurso marca de ciudad”, que busca que la capital antioqueña cuente con una identificación que le procure reconocimiento nacional e internacional y la diferencie de otros destinos.

Solo en 2017, la Alcaldía expidió el Decreto 162 que reglamentó la iniciativa y pese al concurso que se promovió a finales del año para conseguir la marca, en el que participaron 27 proponentes, no se logró el objetivo (ver ¿Cómo funciona?).

Aun así, la intención de la administración municipal es sacar adelante esta idea y la secretaria de Desarrollo Económico de Medellín, María Fernanda Galeano, confirmó que en julio habrá otra convocatoria.

“En este primer semestre reformulamos las condiciones y se introdujeron algunos ajustes con los que buscamos terminar el proceso”, señaló la funcionaria, al hacer referencia a que ninguna de las propuestas fue seleccionada por más de un jurado, tal y como lo establecía la fase dos de preselección del concurso.

Las observaciones

Pero, ¿qué ocurrió con los 500 millones de pesos que se invirtieron para esta tarea el año pasado? Galeano aseguró que todo eso tradujo en estudios y trabajos de investigación que son los insumos para el nuevo concurso que hará el despacho a su cargo.

Para Ricardo Gaitán, gerente de Consultoría en Marca de la firma The Image Bridge, el éxito de esta misión depende de la idoneidad tanto del jurado como de los participantes.

“Este no puede ser un proceso abierto en el que los concursantes no tengan un conocimiento en profundidad de lo que significa una marca ciudad, porque esto no es del dibujo ni la frase bonitos, esto requiere una investigación y trabajo de campo serios, para saber qué es lo que se quiere reflejar o comunicar”.

El creativo de marcas Andrés Carrillo Ávila sostuvo que lo ideal sería mostrar los sitios turísticos de la ciudad. “Yo, como colombiano, no tengo claro qué podría hacer en Medellín o programaría una agenda cultural. La ciudad, con las series de televisión que se están pasando ahora en el exterior, está siendo referenciada por la época del narcotráfico”.

Para el experto, las consultas para saber qué es lo que se quiere promocionar no solo deben hacerse con los habitantes de la ciudad, sino tener en cuenta a quienes viven por fuera de Antioquia.

Aunque no está definido el cronograma del concurso, la Secretaría de Desarrollo Económico anticipó que los requisitos se mantendrán, es decir que podrán intervenir entidades públicas y privadas con domicilio en la ciudad durante los dos últimos años y que cuenten con un objeto social relacionado al sector del diseño, publicidad y acreditar experiencia en la formulación y ejecución de proyectos de diseño de marcas.

FUENTE EL COLOMBIANO

Las inversiones de EPM para atender a población afectada por Hidroituango.

En un mes EPM invirtió cerca de $33.000 millones para atender a la población que resultó afectada por la crisis de Hidroituango en los cinco municipios del área de influencia del proyecto.

La cifra fue entregada por la misma entidad, detallando que el monto corresponde al periodo entre el 12 de mayo y el 12 de junio, y fue destinado para prestar servicios, albergue y ayudas humanitarias a las 16.383 personas que han sido evacuadas de las riberas del río Cauca.

Entre la disposición de recursos e insumos para los albergues, EPM indicó que a la fecha entregó 987.400 litros de agua, instaló 260 duchas y 110 unidades sanitarias, sirvió 335.000 raciones de comida y dotó con 5.000 kits de mercado a personas que decidieron autoalbergarse.

En agua y saneamiento de la población atendida la inversión asciende a $785 millones y en electricidad son más de $1.320 millones.

A las alcaldías de Valdivia, Tarazá, Cáceres, Caucasia y Nechí, EPM les entregó $50 millones para “ fortalecer los planes locales de gestión del riesgo y cubrir parte de los costos operativos y logísticos en los que incurrieron estas localidades por la respuesta inmediata a la contingencia”.

También se entregaron $266 millones para las familias que decidieron recibir el apoyo económico de la entidad, que puede ser de $1.100.000 o $1.200.000 dependiendo del número de integrantes, y del cual van 737 personas beneficiadas que decidieron buscar un sitio en zonas seguras y dejar los albergues.

Por último, la empresa destina diariamente $300.000 para operar cinco lanchas y el ferri “La Tranquilidad” (que empezará a usarse desde el próximo fin de semana) dentro del plan de movilidad para el municipio de Ituango, aguas arriba del proyecto, que también quedó incomunicado por carretera debido a la emergencia.

FUENTE EL COLOMBIANO

Estado deberá atender enfermedades graves a migrantes venezolanos.

La Corte Constitucional protegió los derechos a la salud y la vida de dos migrantes venezolanos irregulares que fueron diagnosticados con enfermedades de alto costo, las cuales no pudieron ser atendidas en su país ante la crisis económica y social, por lo que la responsabilidad ahora quedó en manos del Estado colombiano.

Para el alto tribunal estas decisiones se dan en el marco de la realización progresiva de lagarantía del derecho a la salud de la población migrante del vecino país, cuestión que obliga al Gobierno Nacional a adoptar medidas urgentes para avanzar lo más pronto posible en este objetivo.

El primero de los casos es el de Natty Yeraldín Sanguino, de 34 años de edad, quien salió de su país dejando a sus cinco hijos debido a la crítica situación económica, sin embargo, al llegar a Cúcuta fue atendida en el Hospital Universitario Erasmo Meoz, en donde se le diagnóstico cáncer de cuello uterino.

En dicho centro asistencial se le brindaron servicios de radioterapia mientras estuvo internada, pero el tratamiento se suspendió una vez salió del hospital, por su falta de capacidad económica.

Sanguino interpuso una tutela solicitando terminar el tratamiento, aduciendo la protección de su derecho a la vida y falta de empleo, sin embargo, el juzgado de Cúcuta negó el amparo tras considerar que los servicios urgentes fueron prestados por el hospital y por la ausencia de un documento que demostrara su condición de migrante legal.

El otro caso es el de un niño de dos años, Miguel Arcángel Márquez, cuya madre entuteló advirtiendo que el menor padecía una hernia escrotal gigante, enfermedad que no pudo ser tratada en su país debido a la falta de anestesia con qué realizar una cirugía.

La tutela fue fallada a favor del menor en primera instancia, pero en segunda el juzgado de Cúcuta negó el amparo, también por falta de documentos de legalización de su presencia en el país.

La Corte Constitucional analizó los argumentos del Hospital Universitario Erasmo Meoz, el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Registraduría Nacional del Estado Civil, y de otras entidades públicas, con los que determinó que en todo caso la población venezolana debe ser atendida.

“El Gobierno colombiano y todo el entramado institucional con funciones en materia de salud deben ser constantes en la labor de consecución de recursos de cooperación internacional y nacional, y en la toma de cualquier otro tipo de medidas que le permitan avanzar lo más expedita y eficazmente posible hacia la realización del derecho a la salud de los migrantes con mayores estándares a la mera urgencia médica, especialmentetratándose de aquellos migrantes en mayor situación de vulnerabilidad”, expresó el alto tribunal en su fallo.

FUENTE EL COLOMBIANO

La tal amenaza nuclear de Corea del Norte ya no existe: Trump.

El presidente estadounidense, Donald Trump, volvió a Washington este miércoles tras participar en Singapur de la cumbre con el líder norcoreano Kim Jong Un, un histórico encuentro que según dijo acabó con la “amenaza nuclear” de Pyongyang.

Al amanecer, el Air Force One aterrizó en la base aérea de Andrews, en las afueras de Washington, y Trump -que vestía una camisa blanca con el cuello sin abotonar y un saco azul marino- saludó mientras bajaba del avión.

Aparentemente estuvo publicando tuits incluso durante el aterrizaje.

“Ya no hay más amenaza nuclear de Corea del Norte. La reunión con Kim Jong Un fue una experiencia interesante y muy positiva. Corea del Norte tiene gran potencial para el futuro”, aseguró en la red social.

“Antes de que asumiera la presidencia las personas asumían que iríamos a la guerra con Corea del Norte. El presidente (Barack) Obama decía que Corea del Norte era nuestro más grande y peligroso problema. Ya no más -duerman bien esta noche!”, escribió.

Más allá de la gran repercusión mediática de la cumbre, sus resultados tangibles, especialmente sobre el tema clave de la desnuclearización, dejan dudas entre los expertos.

Según analistas, la declaración común firmada por los dignatarios es vaga y repite compromisos asumidos anteriormente por Pyongyang y jamás puestos en marcha.

FUENTE EL COLOMBIANO