Cambiarán artículo sobre fallos judiciales y educación

El Artículo 44 del Presupuesto General de la Nación (PGN) que señala que los recursos de la educación pública se emplearán para responder ante fallos judiciales será objetado por el gobierno del presidente Iván Duque.

Así lo expresó durante el taller Construyendo País realizado en Barichara (Santander) el pasado sábado, en el que señaló que había quienes decían que el presidente quería “pasarles cuentas a las universidades de las deudas del Estado”. Estaban equivocados.

Por esto, indicó el presidente, “este gobierno va a objetar el artículo 44 de la Ley de Presupuesto para que no exista más esa discusión falaz”, enfatizó Duque.

Sobre la decisión, el presidente del Sistema Universitario Estatal (SUE), Javier Torres Oviedo, señaló que da tranquilidad el anuncio, pues recordó que era inconveniente dejarlo tal cual había salido publicado en los últimos 14 años.

“Ese artículo, como quedó redactado y aprobado por el Congreso, es ambiguo y abierto a múltiples interpretaciones, porque dice que las demandas contra el Estado pueden ser pagadas con recursos de la educación pública”, explicó Torres Oviedo.

Desde antes

Asimismo, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, desde que se dio la polémica, hace unas tres semanas, había dejado claro que el propósito del decreto no era que con el dinero de las universidades públicas se pagaran deudas ni compromisos judiciales, tal cual lo revalidó el presidente. “El propósito era que, como cualquier ente del Estado tuviéramos una cuenta que dijera el rubro para cuando acontecen demandas contra la Nación, esta pueda dar los recursos a estos pasivos contingentes asociados a estas reclamaciones”, detalló la ministra.

¿Entonces qué viene?

Lo que viene es la objeción, proceso que será durante la conciliación de la Ley del Presupuesto, que se realizará entre la Cámara de Representantes y el Senado. Allí habrá una modificación a la redacción del artículo.

Al respecto, el presidente del SUE señaló que tanto las universidades públicas como cualquier entidad del Estado, cuando proyecta sus presupuestos, “prevé recursos para sentencias judiciales” y así debe quedar claro en la nueva redacción del artículo, pues es lo que esperan los representantes de la educación pública del país.

Sobre este pulso a favor de la educación pública, Jennifer Pedraza, representante estudiantil, manifestó que es “positivo”, pero que la objeción era lo que pedía “el movimiento estudiantil y de profesores, dado que su redacción es ambigua”.

Sin embargo, recordó que aunque entre los motivos para la marcha del próximo 21 de noviembre también estaba el asunto de este artículo, la situación no cambiará, pues dijo que “los estudiantes también vamos a parar en rechazo al ‘paquetazo‘ de la Ocde y para exigir cumplimiento pleno de los acuerdos” que se alcanzaron entre este gobierno, los estudiantes y profesores de universidades públicas del país, firmado el 14 de diciembre del año pasado.

No obstante, en entrevista con EL COLOMBIANO, publicada el pasado 10 de octubre, la ministra de Educación manifestó que el balance de cumplimiento es “favorable”, destacando que desde diciembre pasado se creó la Mesa de Diálogo para la Construcción de Acuerdos para la Educación Superior Pública.

“El Plan Nacional de Desarrollo incluyó los compromisos y los recursos acordados. Se han destinado $512.452 millones adicionales del Presupuesto General de la Nación para funcionamiento, inversión, pasivos y cooperativas de las 62 Instituciones de Educación Superior públicas. Además, del Sistema General de Regalías, la Educación Superior pública recibirá este año $750.000 millones para infraestructura y programas de formación doctoral”, agregó la ministra.

Tanto Angulo como Duque han hecho énfasis en que la educación, con un presupuesto de $44,1 billones para el próximo año, es el sector que más recursos recibirá, como una muestra del “compromiso del gobierno”.

FUENTE EL COLOMBIANO

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Hay tanto que estudiar a un solo clic de distancia

Era a la hora del almuerzo y durante los fines de semana que Olga Jiménez le dedicaba, al menos, media hora a su curso La música de The Beatles, un MOOC, Massive Open Online Course, por sus siglas en inglés (curso abierto y masivo en línea), ofrecido por la plataforma de educación en línea Coursera, y que explicaba en siete semanas la historia musical y la crónica de una de las bandas más importantes del mundo del rock.

Ese es un curso de los muchos que hay para estudiar virtualmente, en español u otro idioma. Cada plataforma ofrece distintas posibilidades, solo en el Sena, en este año, se llegó a una oferta de 201 programas de este tipo.

En Colombia

En 2010, y según cifras del Ministerio de Educación Nacional, se graduaron en el país 21 personas en niveles de formación de educación superior virtual (técnico profesional, tecnológico, universitario, especialización, maestría o doctorado). El más reciente anuario estadístico de la Educación Superior Colombiana, según la página del Ministerio, a corte de octubre de 2017, indica que los graduados de 2016 fueron 14.673. El aumento es notorio y significativo: en seis años sumó 14.652 estudiantes.

La educación virtual dejó de ser algo novedoso, aislado e incierto, como era hace 10 años, para ganar terreno como alternativa de formación. “La credibilidad en el estudio en línea ha ido mejorando porque se ha vuelto necesario, por el tema de desplazamiento y el tiempo, y considero que los modelos han empezado a transformarse un poco hacia el aprendizaje colaborativo, las comunidades y no ese tan individual y solitario”, explica Doris Adriana Ramírez Salazar, coordinadora de Ude@ educación virtual de la Universidad de Antioquia.

La página de MinEducación define esta educación como aquella que se refiere al desarrollo de programas de formación que tienen como escenario de enseñanza y aprendizaje el ciberespacio. “No es necesario que cuerpo, tiempo y espacio se conjuguen para lograr establecer un encuentro de diálogo o experiencia de aprendizaje. Sin que se dé un cara a cara entre el profesor y el alumno es posible establecer una relación interpersonal de carácter educativo”.

Esto hay que saber

Ramírez Salazar detalla que es importante entender que hoy hay cursos que son autogestionables y otros que son dirigidos. “Los primeros se refieren a los MOOC que son cursos masivos, en línea y que no tienen necesariamente una retroalimentación, entonces si yo manejo mi tiempo puedo hacer uno de esos en los que no necesito retroalimentación permanente ni otro que esté detrás de mí, dándome indicaciones”.

Los dirigidos son aquellos en los que es evidente la tutoría por otras personas, profesores que interactúan constantemente con el estudiante.

El acercamiento

Si nunca ha hecho algo de este tipo, recomienda Ramírez Salazar que empiece por uno que sea mediado por otra persona. “No debería escoger un MOOC porque no tiene aún esa cultura del aprendizaje autónomo, aunque depende mucho de lo que la persona quiera didácticamente hablando, lo que persiga”. Añade que desde su experiencia, una de las razones por las que desertan los estudiantes en este tipo de formación en línea es que se sienten solos, no hay un acompañamiento, “por eso es mejor buscar cursos tutoriados y ya cuando haya una experiencia en el ciberespacio ya será distinto acceder a los que son autogestionables”.

Sin embargo, si usted es disciplinado y tiene un buen manejo del tiempo, empezar con un MOOC no debería ser inconveniente. Hágase la pregunta de cómo funciona en su vida cotidiana.

Gloria Figueroa, directora de UPB Virtual de la Universidad Pontificia Bolivariana, precisa que la metodología que ofrezca una plataforma o aplicación es fundamental a la hora de escoger, pero para ver cuál se adapta más a usted debe identificar su manera más efectiva de aprender. “Si es más de lo audiovisual, busque algo en lo que haya más videos, y así si es gráfico, si le interesan más el storytelling (arte de contar historias) o los audios, hay muchas formas y la posibilidad está en la elección propia, en entender cómo aprendo para que me lleve por el mejor camino”.

De tin marín…

Es fundamental, apunta la coordinadora de la Universidad de Antioquia, que cuando se busquen ofertas de este tipo se haga en instituciones que tengan una trayectoria formativa, y más si es un posgrado.

“La educacion virtual no puede asumirse como de baja calidad, como un consumo simplemente de información. Es un proceso de enseñar y aprender y eso, utilizando esas plataformas, implica tener en cuenta algunos principios para construir cursos virtuales como que el estudiante pueda encontrar una orientación adecuada para abordar la temática y una manera de comunicar o interactuar con otros”.

Dependerá, además, si quiere obtener una certificación o validar su estudio en Colombia, cuando son niveles de educación superior que se hacen en universidades extranjeras (ver recuadro), “es tener claro qué espero, porque hay instituciones que ofrecen cursos que se pueden certificar y otras para que la gente aprenda”.

En un pregrado, añade la especialista, es importante que haya un modelo que combine la presencia del profesor a través de la pantalla con las actividades que los estudiantes realizan de manera independiente. Todo eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de escoger.

La dedicación

Otro punto vital al enfrentarse a aprender en la virtualidad es el tiempo, “qué tan largo es el curso o la carrera, qué tanto tiempo me exige y si yo estoy dispuesto, porque hay que invertir horas en el aprendizaje autónomo”, indica Ramírez Salazar.

Sobre este punto, cuenta Figueroa que el elemento más importante es la voluntad y el empeño para dedicarse disciplinadamente a ello (ver claves). “Eso significa que hay que practicar, determinado tiempo al día. Es fundamental”.

La especialista explica que, por ejemplo, en las plataformas que ofrecen cursos de idiomas hay mucha tecnología y van de la mano con la Inteligencia Artificial, “entonces la aplicación, con ese desarrollo, identifica qué has aprendido o cuáles han sido tus dificultades para ofrecerte reforzar en lo que has tenido dificultad y a la vez, si has mostrado fortalezas claras en algún tema, te lleva a ejercicios para elevar tu nivel, eso hace que las personas se sientan más motivadas para el avance y que estas apps sean hoy tan populares”.

En la mayoría de plataformas que ofrecen MOOCs el estudiante se puede devolver cuantas veces sea necesario, además hay opciones de reforzar, mejorar y seguir avanzando con rapidez.

Atención a las condiciones

Antes de iniciar cualquier tipo de educación en estas plataformas y/o universidades que las ofrecen hay que leer muy bien las condiciones y requisitos. Hay unos que piden su asistencia para recibir el diploma o darle la certificación avalada por el ministerio del país en el que se realiza, otras darán la asignatura gratis, pero para obtener una insignia (una evidencia verificable de un aprendizaje alcanzado a través de un curso certificado) debe pagar.

“En plataformas como Coursera, Edx o Miríadax puedes tomar clases para aprender y ya, pero si te vas a certificar debes gastar dinero”. Como algunas personas no leen esos puntos antes de estudiar puede creer al final que han caído en una mentira, “ahí no te están engañando –aclara Ramírez–, desde el comienzo te lo están diciendo. En este momento en el mundo hay disponibles muchos cursos y si no se quiere certificar no hay problema, no paga y no pasa nada, simplemente aprendiste. Esa es la idea de aprender a tu ritmo”.

Olga Jiménez quiso empezar un nuevo curso de historia de la música, pero esta vez con Los Rolling Stones, “me inscribí y todo pero ahí el tiempo no me dio”. Ya se organizará, porque además tiene en lista de espera uno de idiomas y otro de diseño y comunicación que son pagos y deberá sacar horas de su rutina. Ella ya cayó en las redes de la educación virtual y quiere aprender todos los días.

FUENTE EL COLOMBIANO

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Cómo crear una cultura de paz desde el salón de clases

Martin Luther King reconoció el valor de la ira como movilizadora de la justicia, pero así mismo reflexionó sobre su corta utilidad cuando se convierte en resentimiento desenfrenado y se usa para infringir dolor y enfermedad. Para Martha Nussbaum, filósofa estadounidense, el camino que proponían King y Ghandi no implicaba necesariamente condescendencia, sino un reenfoque de esos sentimientos hacia actos no violentos y constructivos.

“Los hechos deben ser denunciados pero las personas merecen respeto. Finalmente, lo que se busca es crear un mundo donde hombres y mujeres puedan vivir juntos”, dijo la filósofa en una conversación en la ciudad sobre la ira y su contrario.

Los sistemas educativos contemporáneos parecen muy ocupados creando individuos económicamente útiles, pero, ¿cuántos de ellos son humanos?, ¿cuántos de ellos tienen un sentido de empatía?

Investigadores como la doctora en educación británica Hilary Cremin, quien ha estudiado sobre la resolución de conflictos en las escuelas, explora la idea de c

La educación debería ser relevante para el mundo y sus aspiraciones y para Cremin aprender a vivir juntos, en paz, nutre el sentido de pertenecer a una humanidad común que se rige por los derechos humanos. En un mundo globalizado, las colaboraciones son fundamentales y es importante aprender a manejar las diferencias con respeto, más que promover la competencia entre individuos.

Cremin, que ha trabajado en el sector público y privado, como voluntaria, maestra de escuela, consultora educativa, coordinadora de proyectos y académica en diferentes países, está convencida de que esto se puede llevar a las escuelas a través de una variedad de temas, y también recuerda que no solo es tarea de las instituciones educativas sino de las sociedades comunitarias, autoridades, de los medios y de las familias.

La posibilidad de ser

En conversación con EL COLOMBIANO, Cremin habló de varios temas, como si una educación para la paz requiere mejorar la salud mental de los estudiantes.

“Esta busca –dijo– rehumanizar el proceso de educación porque las competencias entre escuelas han creado un ambiente tóxico de ganadores y perdedores. Cada niño tiene una actividad que lo emociona, pero no las dejamos fluir porque a las tres de la tarde verán biología y a las cinco, español. Los regulamos por timbres, ponemos a los niños de las mismas edades en un mismo salón, usamos castigos si se rebelan”.

Entonces se pregunta: ¿Qué mensajes se les envía cuando la escuela se concibe de esta manera? “Deberíamos ayudar a los niños a cruzar conversaciones entre diferentes disciplinas, distintas edades, ayudarlos a seguir sus intereses, a aprender de su comunidad, en parques, en museos y en bibliotecas. Me gusta creer que el profesor ideal sigue a los niños, les posibilita cosas y les provee elementos para sus logros. Finalmente lo que el niño necesita es aprender la mejor forma de aprender durante el curso de su vida”.

La doctora en educación también ha hablado de paz positiva y negativa en el contexto de rehumanizar a las personas durante el conflicto.

“Por ejemplo cuando un niño se refiere despectivamente acerca de la familia de otro niño, una forma de responder como maestro es ‘no debiste haber dicho eso, ya conoces las reglas de la escuela, eso fue cruel, si lo haces otra vez te voy a castigar’. Otra respuesta podría mejorar en forma de preguntas: ‘¿qué pasó?, ¿qué estabas pensando?, ¿el otro chico está herido?, ¿qué puedes hacer para enmendarlo?’. Al niño agredido también se le debe preguntar por cómo se siente y qué lo haría sentir reparado. Este último hace que tanto el agresor como el agredido se enganchen con la situación y sepan que pueden reparar y ser reparados a través de una forma positiva de resolver el problema. Tendemos a creer que ellos no querrán hacer esto, pero es porque no los educamos para que quieran hacerlo, siempre estamos resolviendo sus problemas a través del juicio y el castigo. Así que rehumanizar es ayudar a los niños a tomar responsabilidad y a hacer las cosas bien”.

Ser compasivo

Para Cremin es fundamental comunicarse con los niños adecuadamente, y si bien más que señalar que algo se está haciendo mal, como si fuera un problema técnico, ella precisa que lo que no está bien tiene que ver con la actitud. “No debemos usar un lenguaje que los juzgue ni que los discipline a estar en silencio, sino uno que los enganche al proceso educativo. Así que debemos hacerles preguntas abiertas, que los reten a expandirse, que los hagan entrar en diálogo”.

Para ella las escuelas deberían dejar de educar para que puedan o no hacer cosas, y mejor deberían terminarla creyendo en sí mismos, pensando que no tienen que ser perfectos para alcanzar una meta y capaces de diferenciar entre la publicidad y alguien que intenta tomar su dinero.

“Ellos necesitan saber cómo estar en diálogo, cómo escuchar a alguien con el que están en desacuerdo en un ambiente saludable. Deberían tener una mente abierta al cambio y, claramente, si las cosas salen mal, saber cómo resolverlo”.

FUENTE EL COLOMBIANO

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Trece colegios de Medellín siguen esperando la renovación de sus sedes

La promesa incumplida —es decir, lo que pudo ser una sede remodelada, pero no—se quedó solo con la forma de una llave de plástico.

Trece instituciones educativas de Medellín hoy siguen esperando una infraestructura nueva. Hace cuatro años, en la administración del presidente Juan Manuel Santos, la Alcaldía de Medellín y la Nación pusieron en marcha un proyecto de Alianza APP (Público-Privada) que proponía la reconstrucción total de ocho de estos colegios, la creación de cuatro nuevos y la ampliación de uno más en un lote anexo (ver gráfico).

Serían beneficiados 11.280 alumnos y los recursos se garantizarían a través de vigencias futuras: para los $817.000 millones necesarios el Municipio aportaría el 30% ($250.000 millones) y la Nación el 70% $567.000 millones).

Así que, cuando en 2017 la Alcaldía y el Gobierno firmaron el convenio, el símbolo de la alianza fue “la llave de las oportunidades”, entregada a cada uno de los rectores como la prueba del proceso. Hoy, dos años después, a la llave no le llegó ni la chapa, ni la puerta, ni los materiales de construcción, porque los trabajos nunca empezaron.

Sí va, pero a paso lento

Ignacio Gutiérrez es rector de la I.E Marco Fidel Suárez, uno de los colegios seleccionados. La infraestructura de la sede central tiene 60 años, 9.177 m2 y 1.100 alumnos.

Están cansados de las reparaciones menores, de “poner remiendos” sobre las fugas del acueducto, los pisos hundidos y el moho en las losas. La estructura ni siquiera es sismorresistente. El ciclo se repite: no pueden hacer grandes inversiones porque lo van a demoler, pero las obras tampoco arrancan.

De la alianza APP, dice, no se vio nada en años hasta hace un mes, cuando recibieron la visita de la Alcaldía de Medellín, que les informó que el proceso iba “caminando” y que el colegio estaría demolido en 2020. La construcción, le indicaron al rector, estaría terminada en 2022.

Al respecto, Cristina Zambrano Restrepo, directora de la Agencia para la Gestión del Paisaje, el Patrimonio y las Alianzas Público Privadas (APP), afirmó que el trabajo con el Ministerio de Educación Nacional inició en 2015, pero solo hasta noviembre de 2017 se aprobaron las vigencias futuras del Municipio.

En ese sentido, indicó, Medellín cumplió todos los requerimientos y pasos que tenía que hacer para sacar el proyecto adelante. Luego llegó el cambio de Presidencia y la alianza quedó a la espera de las aprobaciones de la Nación.

Sin embargo, en estos dos años, dijo, se consolidaron dos de los tres pasos que faltan para sacar el proceso a licitación. La primera aprobación fue la del Ministerio de Hacienda, que según Zambrano se otorgó el año pasado. Después el proyecto fue avalado por el Departamento Nacional de Planeación y el último recurso faltante es la aprobación de las vigencias futuras.

Eso ocurriría este año, concluyó la directora, de acuerdo a la información que les ha proporcionado el Ministerio de Educación: “Los cronogramas han sido difíciles porque esta es la primera APP social de esta magnitud en Colombia, entonces las aprobaciones han sido largas. Estamos a la espera, este mismo año el Ministerio sacaría la licitación”.

Marcela Omaña, secretaria de Educación de Medellín, precisó que aún no hay un cronograma confirmado, pero si la Nación aprueba las vigencias futuras en 2019, comienza la fase de diseños (que dura un año), tras la cual el concesionario tendrá entre 12 y 24 meses para la ejecución de las obras: “En el próximo cuatrenio tendría que estar resuelto el tema”.

Se consultó al Ministerio de Educación sobre el tema. Aunque la primera solicitud de información se realizó el 23 de mayo de este año, aún no se ha recibido respuesta.

Gutiérrez, quien dice compartir la angustia del resto de rectores, afirma que el proyecto parece ser solo un “abrebocas” para tranquilizar a las comunidades educativas, cuya única esperanza, por ahora, es una llave de plástico protegida en una bolsa de terciopelo.

FUENTE EL COLOMBIANO

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Que tanta información no le enrede la cabeza

Al recordar cómo hacía sus tareas en el colegio, a Isabel Marín se le viene a la memoria la biblioteca de su institución. “Antes de irme a la casa buscaba varios libros y si me los podían prestar me los llevaba. Otra manera de consultar eran las dos enciclopedias que compraron en la familia y que consultaba, sobre todo, los fines de semana”.

Su hijo, Tomás Tamayo Marín, de 7 años, quiso contar su propia historia al recordar una tarea específica. “Fue el año pasado descubriendo países del mundo, era un proyecto, me mandaron a hacer una exposición y yo tuve la idea de hacer un libro”, dijo.

A Tomás le correspondió hablar de Italia y de Leonardo Da Vinci y le dijo a su mamá, “necesito ver documentales”. Ellos encontraron uno en Netflix y lo vieron en familia. Además le pidió a su papá el celular para buscar fotos de Da Vinci. “Nosotros teníamos que validar si lo que buscaba era lo correcto porque aparecieron desde librerías hasta restaurantes llamados así”.

El papel cognitivo

Explica Gina Paola Cuartas Montoya, coordinadora de la maestría en Psicología de la salud de la Universidad Cooperativa de Colombia, que de entrada, tanto estudiantes como individuos, estamos sobreestimulados, “los alumnos están recibiendo información por muchos canales representacionales, es decir, de los sentidos”.

Anota la especialista que procesos cognitivos (inmersos en medio de todo lo que tiene que ver con la información) como la atención, la memoria y la concentración están pasando por momentos de hipeestimulación. “Los jóvenes obtienen datos desde lo auditivo, lo visual, lo táctil y lo kinestésico y en ocasiones no logran discernir, de alguna manera, cuál es relevante y cuál no”.

Y eso le pasa a los estudiantes, padres, familias y a la gente en general, de ahí que se haya escogido el término “infoxicación” (ver glosario) para explicar el fenómeno.

A la fecha no son solo los libros, periódicos o revistas las que brindan apuntes de determinado tema, también están los foros, blogs y las redes sociales. Y todo se mueve más rápido y fácil gracias a Internet, más los celulares, las tablets, las aplicaciones de mensajería y el correo electrónico.

¿Ha hecho la cuenta de cuánta cantidad de información recibe a diario? Quizá no sea fácil contarla.

El presidente global de la agencia de comunicaciones BCW y profesor de marketing de la Universidad de Nueva York, Jim Joseph, vino a Medellín a hablar de las particularidades de la “infoxicación”, ya que por un lado se discute el término como si la población estuviera intoxicada con tanta información y, por el otro, se habla del big data (ver glosario) como un gran avance.

Para Joseph es un privilegio tener a la mano tanta disponibilidad, “cuando lo miro desde una perspectiva personal creo que el hecho de tener acceso y tomar decisiones correctas es algo bueno para nosotros, la clave es controlarlo y usarlo de forma correcta”.

Cómo utilizar el material

Mauricio Vásquez Arias, candidato a doctor en Diseño y Creación de la Universidad de Caldas, dice que hay varias formas de depurar esos estímulos que llegan (ver claves) y que se resume en “escoger a quién seguir en redes sociales y qué páginas consultar, buscar personas que sean especialistas e ir a fuentes calificadas”.

Sobre ese último punto, añade Mónica Ilanda Brijaldo Rodríguez, profesora y coordinadora de línea educación y cibercultura de la Universidad Javeriana que, ante todo, dudar es vital, “y si en la fuente en que se busca no hay del todo confiabilidad se puede obtener una idea de dónde seguir. Con mis alumnos trato de establecer criterios, qué te da Google, qué te da Wikipedia y cómo puedes sacar de ahí algo realmente importante para hacer búsquedas mucho mejores, ver las referencias, por ejemplo. Los colegios y universidades siguen teniendo bibliotecas, y se puede ubicar el libro que se cita”.

La docente de la Universidad Cooperativa detalla que lo importante es discriminar, de tanta información que se consigue a la hora de buscar, qué es válido y confiable y qué no. “Es enseñarle a los jóvenes que hay una manera de ser selectivos y es poder ubicar aquellas revistas o ediciones que tienen acceso abierto al público, son publicaciones indexadas que se catalogan así porque tienen un arbitraje y un alto nivel de confiabilidad y validez, pares evaluadores, editores y han pasado por un proceso de filtro científico. Hay que mostrarles a los estudiantes que esa es una buena herramienta a la hora de conseguir información”.

Lo mental y emocional

La entrenadora mental de alto rendimiento, Lali Bustamante, define queel huracán informativo llega al cerebro con una gran cantidad de datos, más fácil y rápido que antes. Para bajarle el acelerador a la mente su recomendación es vivir un día a la vez, “tener una agenda virtual o física para planear por día y no saturarse con actividades que no se van a cumplir. Ahí es importante establecer metas y mantenerse motivado para lograrlas y revisar si realmente lo que se está haciendo a diario lo acerca a su objetivo”. Ella interpreta que como en ocasiones no se sabe a qué prestarle atención, de todo lo que llega, se puede generar una contradicción al escoger lo realmente importante y ahí hay que tener en cuenta las emociones.

Detalla la especialista Cuartas Montoya que, a la hora de recibir datos, “está involucrado el sistema límbico (formado por varias estructuras cerebrales que regulan las respuestas fisiológicas frente a determinados estímulos) con toda la interpretación que se hace de la información. Si impacta directamente lo emocional quedará registrada, si no llega a esos niveles motivacionales, desaparece”.

Y ahí da un ejemplo de algo tan cotidiano como ver un seriado. “Por más que yo les diga a mis estudiantes que tienen que ver determinada serie para hacer análisis clínicos en clase, si no los motiva, si no están conectados emocionalmente con la temática no la van a ver”.

De ahí la importancia que los maestros tengan varias herramientas para despertar el interés de sus alumnos en temas concretos. “Nos toca adaptarnos al contexto para brindar conocimiento. Quien se quede con la sola opción de tablero y tiza le será muy complejo habituarse”.

El papel de los docentes

Cuenta la profesora de la Universidad Javierana que, en su caso y como instructora ha dejado de “pelear” con la tecnología y se ha incorporado dentro del desarrollo de sus clases.

“Tenemos que hacer una incorporación sana de la tecnología en los contextos educativos para que asimismo deje de ser una novedad o el distractor de la clase o el juego que el joven baja. Aprovechar sus habilidades con los celulares y buscar la manera de incorporarlos. Así podemos conseguir que ellos tengan mejores criterios tanto para su manejo como el empleo en los contextos educativos”.

Otro tema crucial es el de las redes sociales “y como se han vuelto unos espacios en los cuales circula mucha información falsa –añade Brijaldo– hay que mirar y hacer que los estudiantes comprendan que no todo lo que pasa por ahí es creíble”.

Su consejo para ellos es aplicable a sus padres y amigos: no replicar o reenviar todo lo que les llega si no se está completamente seguro de que es una información confiable, “se lo digo hasta a mi hija”, confiesa.

El consejo que brinda Joseph en relación con las redes, los datos y la información es usarlo todo “como una manera de mejorar la vida, pero no permitir que nos la maneje. Hay que encontrar el equilibrio. Hoy tenemos acceso a más información que nunca y a la habilidad de tomar mejores decisiones. Si lo único que se hace es mirar el teléfono y textear todo el tiempo, ya es demasiado”.

Por ahora, Tomás y muchos niños más llegarán a casa con las asignaciones en un audio o instrucciones en una aplicación. La forma de estudiar ha cambiado, así como la manera de recibir y buscar información.

FUENTE EL COLOMBIANO

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Procuraduría pide a Mineducación agilidad en convalidación de títulos

La Procuraduría, en un comunicado publicado en la mañana de este miércoles, le solicitó al Ministerio de Educación “actualizar la normativa correspondiente para simplificar y agilizar los trámites de convalidación de títulos otorgados en el exterior, sin afectar la respectiva vigilancia de esta institución sobre la calidad de los programas académicos cursados por los solicitantes”.

Sin embargo, desde este martes, este Ministerio convocó a una rueda de prensa para dar a conocer cómo será el nuevo proceso, en un evento que será presidido por el presidente, Iván Duque.

De acuerdo con la Procuraduría, en una carta remitida a la ministra, María Victoria Angulo, le pidió evitar que el acceso a la educación superior en el extranjero de parte de los colombianos, “se vea desestimulada y que, por las demoras en este proceso, se vea vulnerado el derecho al trabajo”.

Asimismimo, advirtió que once meses de seguimiento y sugerencias de racionalización de este procedimiento, la cartera de Educación no presenta la última versión de este servicio, como, por ejemplo, hacer mayor difusión de los requisitos en lenguaje sencillo y la creación de un abecé de la convalidación, entre otras.

De igual manera el Ministerio Público destacó que estas recomendaciones , además de otras cinco presentadas por el Departamento Administrativo de la Función Pública, “hacen parte de la acción preventiva que la Procuraduría adelanta con relación a cerca de 40 solicitudes de personas que no han logrado convalidar sus títulos y que han manifestado perjuicios en los procesos de vinculación laboral o de remuneración para profesionales formados en el exterior”.

La Procuraduría precisó que, según cifras del Ministerio de Educación, a 31 de diciembre de 2018, la ciudadanía presentó más de 8.600 peticiones, quejas y reclamos respecto a solicitudes de convalidación.

FUENTE EL COLOMBIANO

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