Lo que prevé Fitch sobre Hidroituango para 2022.

La calificadora de riesgos Fitch Ratings dio sus previsiones sobre Empresas Públicas de Medellín (EPM). Esto luego de dos meses y medio del inicio de la emergencia en el Proyecto Hidroeléctrico Ituango, que comenzó el 28 de abril y por la cual se han tenido que evacuar a más de 25 mil personas.

Sin embargo, la firma estadounidense alertó que la estructura de costos de EPM se podría ver afectada en 2020, “considerando que necesita comprar energía en contratos y utilizar su capacidad de generación térmica para satisfacer los compromisos de venta de energía celebrados por Hidroituango”, que estima inicie operaciones en 2022.

En los próximos tres años y medio, Fitch espera una disminución de 5 billones de Ebitda agregado 2019 – 2021 (ver gráfico) y advierte: “Un retraso de tres años supone que la capacidad de la companía se mantiene constante en 3.500 MW para el periodo 2018 – 2021, lo que lleva a la finalización de la primera y segunda fase más allá de 2022. En este escenario EPM deberá pagar 41,6 millones de dólares al sistema durante 2019, a razón de que no puede entregar a tiempo la capacidad comprometida”.

Sobre las pólizas

Jorge Londoño De la Cuesta, gerente de EPM, informó a finales de mayo que la empresa cuenta con un esquema de pólizas de seguros por 2.550 millones de dólares que cubre daños materiales de infraestructura y equipos, de ello 628 millones corresponden a lucro cesante (dinero dejado de percibir por el daño).

¿Esta suma es suficiente? Según Milena Carrizoso, directora de Seguros para Colombia, Centroamérica y el Caribe de Ficth Ratings, es prematuro precisar esa información. Los costos de los daños podrían conocerse entre seis meses y un año (ver Paréntesis).

“Apenas 2 % del patrimonio de las aseguradoras colombianas involucradas está comprometido, el resto lo cubren reaseguradoras extranjeras y para ellas 2.550 millones de dólares es una cifra baja”, dijo Carrizoso.

El experto en Derecho de Seguros Luis Felipe Estrada comentó que para establecer procedimientos de reclamación es necesario conocer el responsable.

¿Hay más afectados?

Fitch no prevé un efecto considerable para el municipio, en el corto ni mediano plazo, por su “flexibilidad financiera (…) que tiene en cuenta un margen de balance operativo de más de 15 % en 2017, junto con la capacidad de aumentar tarifas y reducir el gasto operativo”.

Por el departamento, dice que si bien, Hidroituango es la inversión principal del Instituto para el Desarrollo de Antioquia (Idea), en el sector energético, con 50,7 % y se esperaban dividendos desde 2019 “los atrasos en la construcción y operación eventual de Ituango no afectarán la ejecución de nuevos proyectos ni desembolsos de crédito en el plan de desarrollo”.

Y sobre el abastecimiento del mercado energético, Fitch prevé que no habrá escasez hasta fines de 2021. Pero advierte que ante un Fenómeno del Niño habría espacio a la volatilidad en el precio de la electricidad.

FUENTE EL COLOMBIANO

El tren automático de Rionegro será licitado en diciembre.

Los prepliegos y la precalificación del sistema elevado automático o APM (por sus siglas en inglés) de Rionegro saldrán al mercado en agosto; y este será licitado antes de que finalice el año, según el nuevo cronograma de la Administración.

El último paso que falta, antes de poner el megaproyecto en marcha, es la calificación de la estructuración financiera por parte del Ministerio de Hacienda y Crédito Público.

Según David Quintero, gerente del Sistema Operativo de Movilidad Oriente Sostenible (Somos), sociedad promotora de la obra, pese a que el concepto del Ministerio no es vinculante, por tratarse de una proyecto sin recursos del Gobierno Nacional, este sirve de soporte jurídico e institucional frente al cumplimiento de la normatividad.

La dificultad actual, añadió Quintero, es que la calificación del Ejecutivo coincidió con el cambio de gobierno y el empalme, situación que retrasó el cronograma inicial. “Una vez tengamos el visto bueno del Ministerio, se harán los ajustes necesarios, de requerirlos, para abrir la convocatoria y elegir quien va construir el sistema”, dijo Quintero.

El APM tendrá 17,56 km sobre viaductos elevados, con 14 estaciones hasta el aeropuerto José María Córdoba (JMC) y una flota de 28 vehículos, cada uno con capacidad para 120 pasajeros. Estos serán operados sin conductor, a velocidad promedio de 38 km/h. Será de tecnología eléctrica, con una vía sencilla de 13.06 km y una vía doble de 4,50 km.

Las fases de la obra

La Administración sacará a licitación el contrato de obra (infraestructura de viaducto y material rodante), de interventoría y de la fiducia que administrará recursos y contratos.

Una vez adjudicada la licitación de la obra, en diciembre, correrán 18 meses de la etapa preconstructiva, en la que la firma ganadora deberá finalizar los diseños en fase III, es decir, en nivel de detalle.

También deberá dejar listo el trazado y la tecnología, además de lograr el cierre financiero de la obra, avaluada hoy en $2,2 billones, y comprar los 240 predios que son necesarios para la construcción.

Vencidos los 18 meses, promediando el 2020, empezará la fase de construcción que se estima dure de tres a tres años y medio. Según las cuentas de la Alcaldía, el sistema estaría operando en el segundo semestre de 2023.

El Concejo de Rionegro aprobó el pasado 27 de abril vigencias futuras por $5,2 billones para apalancar la construcción del APM. Quintero detalló que los desembolsos anuales (el primero será de $60.000 millones en 2023 y el último de $300.000 millones en 2047) solo se harán cuando comience a operar el proyecto.

“Quien se gane la licitación debe ser una empresa sólida, con capacidad financiera grande, porque deberá ejecutar el contrato de obra sin un solo peso. La concesión será por 27 años, los dos últimos serán de retorno de la infraestructura y el sistema al Municipio”, indicó el directivo.

¿Conexión con el metro?

El proyecto comenzará en el sector Belén, donde se construirá la estación central de 6.000 metros cuadrados. Allí operará el centro de control y operaciones del Sistema APM y la plataforma de abordaje.

El tren llegará hasta el aeropuerto JMC, donde habrá una estación de transferencia, de 1.400 metros cuadrados, con integración al transporte público colectivo, lo que solucionaría una de las observaciones que en reiteradas ocasiones le hacen al Municipio y, la región en general, los visitantes del exterior.

Quintero detalló que ya ha tenido reuniones con Tomás Elejalde, gerente del Metro, exponiendo las características del APM. Cabe recordar que en los corredores de expansión del sistema masivo del Valle de Aburrá, en el largo plazo, está contemplada la conexión con el Oriente, aprovechando el tranvía de Ayacucho.

“En algún momento debemos conectar el APM con el metro: que vengan ellos o iremos nosotros. No podemos dejar a los dos valles sin conexión de un sistema masivo”, afirmó Quintero.

Piden más socialización

Juan Sebastián Castro, concejal de Rionegro, dijo que el proyecto del APM se quedó corto en su socialización con la comunidad. Opinó que el ejercicio de participación ciudadana ha sido mínimo y consideró que la Administración Municipal debió priorizar proyectos de infraestructura incluidos en el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial.

“La Alcaldía trata de vender el proyecto con empresas internacionales pero la ciudadanía sigue estando aparte. Se debe generar opinión y construir alrededor de este tema que es muy importante para el municipio. Será un embeleco mientras no participe la ciudadanía y trascienda a la comunidad y academia”, dijo.

Ernesto Castaño, fundador del movimiento ciudadano Rionegro Educado y Solidario, anotó, por su parte, que están solicitando mecanismos de participación para que la Administración les cuente el estado del proyecto.

“El APM no es una mala idea pero es inoportuna. Se requiere una solución regional para todo el altiplano del Valle de San Nicolás. Además, en 10 años la Nación podría poner hasta el 70 % de los recursos por Ley de Metro, para que el costo no solo lo asuma Rionegro”, opinó. Castaño detalló que están en procura de recoger 2.000 firmas para presentarlas ante la Registraduría, con el fin de convocar un cabildo abierto para que se debata públicamente la iniciativa.

FUENTE EL COLOMBIANO

Anla explica, por primera vez, por qué condicionó construcción de Hidroituango.

Suspender las obras del proyecto Hidroeléctrico Ituango, no así las de mitigación de la emergencia, ha sido una de las decisiones más complejas que asumió, en los últimos dos años, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla.

La resolución 820, que determinó frenar la construcción hasta tanto expertos o peritos no determinen el estado en el que quedó el proyecto, tiene fecha del 1 de junio, pero solo fue publicada el viernes pasado.

Claudia Victoria González Hernández, directora de la entidad, asegura que se tardaron en anunciar la determinación para no generar una mala interpretación que conllevara al agravamiento de una emergencia que ajusta 68 días. Acepta que los correctivos que EPM deberá hacer para continuar con el proyecto tomarán tiempo y, por eso, deben agilizar la búsqueda del equipo de peritos requerido.

¿Cuál es el alcance de la decisión?

“Todas las obras que tienen que ver con la atención de emergencia y las medidas de manejo y protección, tanto de la comunidad, el medio ambiente, y el seguimiento y monitoreo, deben continuar.

Sin embargo, un tema urgente de solucionar es el problema de estabilidad en la montaña, donde hay dos zonas de deslizamiento que es necesario que se atiendan de manera inmediata y están monitoreadas permanentemente”.

¿Qué los llevó a decretar la suspensión?

“Se tuvo en cuenta la evaluación que hicieron los peritos del cuerpo de ingenieros de Estados Unidos y la ONU, que consideraron que para garantizar la estabilidad de la presa y que la contingencia no continue, era indispensable finalizar la construcción de esta, no con el lleno prioritario, sino su impermeabilización, es decir, como estaba diseñada inicialmente. Esas obras, EPM estima terminarlas el año entrante”.

¿Cuál deberá ser el papel de los peritos?

“Es necesario que alguien independiente, experto, verifique y dé su concepto sobre qué obras se deben hacer para garantizar la estabilidad de la presa y continuar con el proyecto.

Es un alto en el camino para decir en qué momento estamos y cómo continúa la obra. Qué refuerzo se requiere o si se considera necesario desmontar algo, no sé que podrán encontrar los expertos. Si consideran que como está el proyecto se puede continuar, pues se sigue”.

¿Revisarán las hojas de vida de esos expertos?

“Cuando entreguen el resultado de los peritos se verificará, pero de manera previa, no. Deben cumplir los requisitos y los validaremos”.

¿Habría cambios en la licencia ambiental?

“La licencia ambiental siempre ha estado vigente y aún lo está. Solo se suspendieron unas actividades específicas. Una vez se realice la evaluación, con base en los resultados, se tomarán decisiones”.

Ya Hidroituango tuvo estudios, ¿por qué exigir nuevos peritos? ¿Dudan de la independencia de los análisis?

“Las misiones que vinieron verificaron las acciones para enfrentar la emergencia y cómo estaba la situación, estaban validando todo lo que tenía que ver con la contingencia y cuáles eran las actuaciones específicas que debíamos hacer como país para garantizar que no hubiese afectaciones aguas abajo.

Ahora puede ser que la construcción haya generado algún proceso de inestabilidad en la montaña, entonces el grupo de expertos definirá si se necesitan hacer estudios adicionales”.

¿Qué tanto puede durar el estudio?

“Será largo. Por ejemplo, si establecen la presa, que EPM dijo que se demora hasta 8 meses, esto tiene que ser tenido en cuenta, porque los peritos evaluarán si esos trabajos fueron suficientes. Por eso es importante que se vaya seleccionando el personal, esto no es de un día para otro.

¿Son conscientes que la suspensión de obras implicaría retraso del proyecto?

“Por eso era importante que la resolución se conociera ya (…) No se hubiera requerido si no pasa la contingencia, entonces en agosto habría fase de llenado. Nos toca replantear qué toca hacer”.

FUENTE EL COLOMBIANO

Plaza de agua de la etapa 1B, nueva controversia en Parques del Río.

Una nueva discusión gira en torno a la obra de infraestructura más polémica de las últimas décadas en el Valle de Aburrá: Parques del Río. Después de que el futuro de la megaobra fuera uno de los temas centrales en la anterior campaña política a la Alcaldía, por su costo y pertinencia y, tras convertirse en punto de distanciamiento entre la pasada y la actual Administración Municipal, una nueva disputa comienza.

Se trata de la suerte de la playa de piedra, la zona de interacción con chorros de agua de la etapa oriental del proyecto, que estaba contemplada en los diseños iniciales y que será reemplazada por árboles y jardineras, según la determinación de la Secretaría de Infraestructura Física.

“Una ciudad como Medellín debe pasar del discurso a la realidad de la sostenibilidad. Debemos pensar nuestros proyectos para que puedan mantenerse en el tiempo”, dijo Paula Palacio Salazar, titular de esa dependencia.

La funcionaria añadió que solicitaron al área de arquitectura ajustar el diseño para que no haya plaza de fuentes y, que en su reemplazo, sean incluidas jardineras y árboles para fortalecer la red ecológica que se pretende desarrollar a futuro. Indicó que el mantenimiento de las fuentes de agua es “complejo” y sus costos “bastante altos”, llegando a $1.600 millones anuales por el proyecto. “No estamos pendientes de ganarnos premios de arquitectura con el espacio público. Lo importante es que sean funcionales y la gente los pueda disfrutar en el largo plazo”, afirmó Palacio.

“Sacrifica la calidad”

La corporación Amigos de Parques del Río, organización encargada de promover la utilización y cuidado de este espacio, manifestó su preocupación por la supresión de las zonas de agua de la etapa 1B.

“Está muy bien que haya modificaciones, pero deben ser de forma y no ir en contra de la filosofía del proyecto. El agua siempre estuvo presente. Además de estético tiene un tema clave para la apropiación. No se puede perder la esencia de lo que estaba diseñado. Nos parece muy importante que se revise, aún estamos a tiempo”, aseguró Juan Pablo López, director de la corporación y exintegrante de la gerencia de la Alcaldía pasada.

López contó que desde las primeras reuniones con la comunidad, la plaza fue un compromiso de la Administración, porque el agua ha sido el elemento diferenciador en otros espacios de ciudad como las Unidades de Vida Articulada (UVA) o los parques públicos como el de los Pies Descalzos o de Los Deseos.

“En el sector B sería aún más notorio porque se complementaría con las fuentes de EPM y el Museo del Agua. No se puede sacrificar la calidad, ni lo fundamental por tratar de correr a última hora. Un proyecto público debe ofrecer alta calidad”, dijo.

A favor y en contra

Martín Alonso Pérez, presidente de la Sociedad Antioqueña de Arquitectos e Ingenieros, dijo que la determinación de la Administración es correcta en la definición de la etapa 1B, fase que ya había sido rediseñada por no haber considerado las franjas para el futuro paso del ferrocarril metropolitano del Valle de Aburrá.

“Muchas de las infraestructuras son excesivamente costosas, su mantenimiento es tan alto que hace inviable el sostenimiento del espacio público. El urbanismo que se debe construir tiene que ser austero, capaz de perdurar con mantenimiento bajo. Es un sofisma que los espacios deban tener agua para tener animación urbana”, opinó Pérez.

El dirigente consideró que en los espacios públicos priman otros elementos como la arborización, que genera sombra; la seguridad, señalización e iluminación nocturna.

Para Santiago Ortega Arango, magíster en Ingeniería de Recursos Hidráulicos de la Universidad Nacional y profesor de la Escuela de Ingeniería de Antioquia, el contacto con el agua hace que los espacios sean agradables y la sensación térmica disminuya. Puso de ejemplo el Circuito Mágico del Agua, del parque de la Reserva en Lima (Perú), que se convirtió en símbolo de la recuperación de espacios públicos con fuentes animadas.

Ortega opinó que limitar las características del proyecto disminuye su pretensión inicial y que la ciudadanía debe asumir los costos de poder disfrutar de espacios públicos de alta calidad.

“El diseño de Parques del Río fue ganador de un concurso internacional (en abril pasado obtuvo el premio Future Project Awards 2018 de la revista británica Architectural Review). Además, la primera parte funciona muy bien. El valor del mantenimiento es mínimo comparado con el esquema que pretende el parque. Es importante respetar los diseños originales”, concluyó Ortega.

FUENTE EL COLOMBIANO

Esté atento a las enfermedades transmitidas por mosquitos.

Por su clima tropical y la densidad de su población en un valle estrecho, Medellín es catalogada como una ciudad hiperendémica en la que se favorece la proliferación de las enfermedades transmitidas por vectores; es decir, aquellas que se propagan a través de organismos vivos como algunas especies de mosquitos.

Las infecciones de este tipo que tienen presencia en Medellín son el dengue, el zika y el chikunguña, transmitidas por los dos vectores que se encuentran en la ciudad: el mosquito Aedes aegypti y el Aedes albopictus.

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud, en el 2016 se presentó la epidemia de dengue con el mayor número de casos, un total de 17.892, de los cuales 13 personas fallecieron. Un pico similar se evidenció en 2010, un periodo en el que se presentaron 15.894 casos de esta enfermedad.

Si bien, a partir de 2017 se produjo una disminución de más del 80% en el número de casos, en lo que va de 2018 se han registrado 515 infecciones de dengue, alrededor de 20 por semana.

Raúl Rojo, coordinador del programa de vectores de la Alcaldía de Medellín, explica que esta es una cifra baja comparada con el mismo periodo de 2017, especialmente si se tienen en cuenta dinámicas propias de estas enfermedades, la finalización de la temporada invernal en la que disminuyó mucho el número de infecciones y la implementación de acciones de control como la eliminación de criaderos, el refuerzo de las alertas tempranas y la vigilancia de las zonas con mayor incidencia del problema.

Sin embargo, el funcionario indica que, con las temperaturas cálidas y secas que comienzan en el segundo semestre de este año, es probable que un mayor número de personas comiencen a contraer dengue, zika o chikunguña, puesto que este tipo de clima favorece la reproducción del mosquito.

“Como ya empezó el verano y las trampas nos están indicando que hay una alta productividad de mosquitos, es posible que a finales de este año vuelva a iniciarse una epidemia de estas enfermedades vectoriales”, añade.

Carlos Alberto Rojas Arbeláez, doctor en Epidemiología de la Universidad de Carolina del Norte, destaca que los insectos que propagan estas enfermedades se han adaptado a la temperatura de la ciudad, que propicia sus ciclos de vida. Además, otra de las causas que favorece su supervivencia en las zonas urbanas es la acumulación de agua en los canales de deshecho, en lavaderos o recipientes al interior de las viviendas, puesto que los mosquitos se reproducen fácilmente en aguas estancadas.

Por eso, dentro de las recomendaciones para evitar el contagio de dengue, zika o chikunguña, se encuentran el uso de repelente, el cambio constante del agua de recipientes como floreros o bebederos de mascotas y la eliminación de otros objetos que puedan acumular líquidos al aire libre.

Estrategia de prevención
Con el objetivo de reducir los casos de dengue, zika y chikunguña en Medellín, el Programa de Estudio y Control de Enfermedades Tropicales (Pecet), de la Universidad de Antioquia, puso en marcha, en diciembre de 2015, un proyecto piloto para liberar en la ciudad mosquitos portadores de Wolbachia, una bacteria que impide que el virus se desarrolle en el insecto y que, al aparearse con los mosquitos locales, transmite la bacteria a su descendencia y reduce la propagación de la enfermedad a otras personas.

Iván Darío Vélez, director del Pecet, indicó que el proceso de liberación se está realizando en todas las comunas de Medellín y que ya han conseguido intervenir los sectores de Manrique, Aranjuez, El Poblado, Guayabal y Santa Cruz.

“Ha habido un gran respaldo de la comunidad. Nos falta la mitad de la ciudad, pero si la cosa funciona bien, esperamos estar terminando para diciembre o enero”, agrega.

Vélez dice que la idea es que también puedan llevarse las liberaciones de estos insectos al resto del Área Metropolitana y que el proyecto está en discusión con las autoridades de estos municipios para buscar su cofinanciación.

FUENTE EL COLOMBIANO

Las inversiones de EPM para atender a población afectada por Hidroituango.

En un mes EPM invirtió cerca de $33.000 millones para atender a la población que resultó afectada por la crisis de Hidroituango en los cinco municipios del área de influencia del proyecto.

La cifra fue entregada por la misma entidad, detallando que el monto corresponde al periodo entre el 12 de mayo y el 12 de junio, y fue destinado para prestar servicios, albergue y ayudas humanitarias a las 16.383 personas que han sido evacuadas de las riberas del río Cauca.

Entre la disposición de recursos e insumos para los albergues, EPM indicó que a la fecha entregó 987.400 litros de agua, instaló 260 duchas y 110 unidades sanitarias, sirvió 335.000 raciones de comida y dotó con 5.000 kits de mercado a personas que decidieron autoalbergarse.

En agua y saneamiento de la población atendida la inversión asciende a $785 millones y en electricidad son más de $1.320 millones.

A las alcaldías de Valdivia, Tarazá, Cáceres, Caucasia y Nechí, EPM les entregó $50 millones para “ fortalecer los planes locales de gestión del riesgo y cubrir parte de los costos operativos y logísticos en los que incurrieron estas localidades por la respuesta inmediata a la contingencia”.

También se entregaron $266 millones para las familias que decidieron recibir el apoyo económico de la entidad, que puede ser de $1.100.000 o $1.200.000 dependiendo del número de integrantes, y del cual van 737 personas beneficiadas que decidieron buscar un sitio en zonas seguras y dejar los albergues.

Por último, la empresa destina diariamente $300.000 para operar cinco lanchas y el ferri “La Tranquilidad” (que empezará a usarse desde el próximo fin de semana) dentro del plan de movilidad para el municipio de Ituango, aguas arriba del proyecto, que también quedó incomunicado por carretera debido a la emergencia.

FUENTE EL COLOMBIANO