El futuro de Savia Salud tiene en vilo a la región.

La mayor EPS del régimen subsidiado en Antioquia, con operación en 116 municipios del departamento, está al borde del colapso.

Savia Salud, de naturaleza mixta, con participación pública de la Alcaldía de Medellín (36,65%) y la Gobernación de Antioquia (36,65%), y privada de Comfama (con 26,7%), acumula pérdidas por $765.723 millones, según el gobernador Luis Pérez Gutiérrez.

Savia empezó su operación en mayo de 2013; sin embargo, desde el primer año tuvo pérdidas. Según el balance general, en diciembre de 2013 ya tenía pasivos por $135.520 millones; y en 2014, ese monto se elevó a $286.695 millones. El saldo en rojo siguió creciendo: a finales de 2015 fue de $359.546 millones.

La Superintendencia de Salud, mediante la resolución 2256 de agosto de 2016, impuso una medida preventiva para hacerle seguimiento al programa de recuperación de la EPS, durante un semestre.

Cinco meses después, en enero de 2017, la asamblea de socios de Savia Salud aprobó un plan de salvamento a 10 años, en el que el Gobierno se comprometió a aportar, a través de bonos convertibles en acciones (Bocas), $60 mil millones ese año.

Tres IPS de alta complejidad manifestaron igualmente su intención de participar en la capitalización (aporte de recursos a la entidad). El Hospital General de Medellín y la IPS Universitaria darían, cada uno, $20 mil millones; mientras que el Hospital San Vicente de Paúl, participaría con $15 mil millones. Otros $5 mil millones de pesos provendrían de Comfama, según reseñó el Ministerio de Salud.

Pero ninguna talanquera pudo frenar las pérdidas de la entidad. En agosto de 2017, al final de la medida preventiva, la Superintendencia presentó un crítico informe en el que señalaba que la EPS no cumplía con los indicadores financieros y de solvencia, al acumular, con corte al 31 de mayo de 2017, pérdidas por $541.834 millones, suma que comprometía su viabilidad financiera.

Debido al deterioro de los indicadores, tanto financieros como científicos, la medida adoptada por la Superintendencia pasó de ser preventiva a convertirse en vigilancia especial hasta el próximo 31 de marzo, con la orden para adelantar tres acciones prioritarias: la capitalización, que debía hacerse, a más tardar, el 28 de febrero pasado y que se incumplió; la realización de previsiones (consiste en reservar recursos para contingencias futuras); y la garantía del aseguramiento a los afiliados.

El 8 de septiembre de 2017, Savia Salud radicó ante la Superintendencia el plan de acción en el que establecía medidas para superar la compleja situación financiera.

Las acciones de dicho plan estaban encaminadas a la capitalización y a la construcción de un modelo que garantizara la atención de los afiliados. En el componente financiero se reiteró el compromiso de la IPS de la Universidad de Antioquia, la Fundación Hospitalaria San Vicente de Paúl, la Clínica del Norte, la Cooperativa de Hospitales de Antioquia y el Hospital General de Medellín, de capitalizar acreencias por $60 mil millones.

Además, el plan señalaba que ya se habían aprobado las capitalizaciones por parte de Comfama ($4.500 millones) y el Municipio de Medellín ($25 mil millones de vigencias futuras aprobadas), dinero que aún no ha sido desembolsado.

La polémica ordenanza

Para hacerle frente a la crisis, el gobernador Luis Pérez radicó, el 12 de febrero pasado, un proyecto de ordenanza ante la Asamblea en el que pidió autorización para vender la participación del departamento en la sociedad (36,65%).

Pérez justificó la intervención de la empresa, en que la EPS “está perdiendo seis veces el valor de su patrimonio” y en que “de no hacerse algo, las pérdidas al final de 2018 superarían el billón de pesos”.

Para debatir el proyecto de ordenanza se instalaron sesiones extraordinarias. Pese a ello, el pasado 26 de febrero se suspendió la plenaria en la Asamblea por una medida provisional, dentro de una acción de tutela, fallada por el juez 14 Penal Municipal de Medellín con función de Control de Garantías, debido a un error de trámite.

Luis Peláez Jaramillo, el diputado que interpuso la tutela, demandó que el proyecto debió radicarse ante la Comisión de Crédito o de Salud Pública, por tratarse de una EPS y de una sociedad de economía mixta, pero terminó en la Comisión de Códigos y Reglamentos. Según justificó la presidencia de la Asamblea, el proyecto se radicó en esa comisión porque es la encargada de conocer iniciativas que no estén expresamente asignadas a otra comisión.

Peláez dijo que si no hubiera presentado la tutela, ya la participación del departamento estuviera vendida. “El gobernador dice que no hay otra salida sino vender, pero sí existe otra alternativa que es la capitalización con recursos públicos (clínicas y hospitales con participación oficial). Van a utilizar el término de reorganización, pero el término es enajenar”, anotó el diputado.

El pasado jueves, la Gobernación volvió a radicar el proyecto de ordenanza para poder vender su participación en Savia, ya durante las sesiones ordinarias de la Asamblea. Pérez dijo que para que Savia pueda ser reorganizada se necesita que entren otros actores “que sepan del manejo de la salud” y acotó que solo hay dos caminos: “reorganización o nos vamos a la liquidación”.

Entre las opciones contempladas, según el mandatario, se crearía una nueva empresa en la que Savia sea socia, para que inversionistas que ingresen pongan recursos para pagarle a los acreedores. “Otra opción es una capitalización privada a Savia, a cambio de la operación”, afirmó.

El diputado Peláez no cree en las buenas intenciones de Pérez. “El gobernador dice que se aprueba la ordenanza o se liquida. Es algo erróneo, porque se debe tomar la decisión por unanimidad con los demás socios (Alcaldía de Medellín y Comfama)”, afirmó.

Reorganizar, no liquidar

El superintendente de Salud, Luis Fernando Cruz, decidió no opinar sobre la voluntad de la Gobernación de vender sus acciones; sin embargo, dijo que ha habido avances en la reorganización de la EPS. “Los socios se han apersonado de liderar soluciones. En todos los escenarios se debe demostrar que las acreencias van a ser atendidas y que la prestación del servicio se garantice, porque hay una enorme población del régimen subsidiado que no puede quedarse sin aseguramiento”, expresó.

El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, explicó que la reorganización plantea la inyección de capital privado y, por eso, se presentó el proyecto de ordenanza, “para dejar ese tema institucionalmente resuelto, pero no es el centro de la solución”. El ministro dijo que esta semana vendrá a Medellín para “resolver la encrucijada que se planteó en la Asamblea”, pero reiteró que “la reorganización empresarial, acompañada por el Ministerio, es la única salida. Ni liquidación ni intervención”.

David Escobar, gerente de Comfama, coincidió en que la propuesta es apostarle a la reorganización que permita la continuidad de la EPS. “Comfama no está de acuerdo con la liquidación, creemos que hay que cuidar a los usuarios y a la red de IPS públicas, privadas y sin ánimo de lucro. Eso puede incluir, como herramienta, la posibilidad de que entren otros socios a la organización”, dijo.

El alcalde Federico Gutiérrez aseguró que la liquidación “no es una opción para el Municipio, como tampoco lo es una reorganización sin condiciones claras en la conformación de la entidad, el pago de acreencias, el modelo de operación, la administración del riesgo, el tema de tarifas. Es tan grave liquidar como una reorganización sin claridad”.

Frente a la deuda con los hospitales, detalló que una de las posibilidades que se estudiará es que los acreedores de Savia pasen a ser socios de esa empresa, con las condiciones claras de cómo sería su participación y cómo sería la forma de pago de las acreencias.

FUENTE EL COLOMBIANO

Bajaron las solicitudes de crédito al Icetex.

Una de las posibilidad de estudiar una carrera para millones de colombianos es el Icetex, aún cuando en cada rincón de las ciudades se escuchan críticas por tasas de interés y tiempos para el pago de los créditos.

Hoy más de 1.000 estudiantes en Antioquia están echando de menos la entidad del orden nacional. El artículo 61 del Plan de Desarrollo Nacional, que entró en vigencia este 2018, exige que para acceder a un crédito con el Icetex, el programa o universidad a la que aspiran tiene que estar acreditado ante el Ministerio de Educación.

Alejandro Venegas, presidente de la entidad, confesó su preocupación por los impactos que está generando la nueva directriz: solo en Colombia, este año, se han dejado de colocar 30.000 créditos para educación superior. Los más afectados son los estudiantes, recalcó. El directivo, que cumple dos meses en el cargo, explicó los alcances y afectaciones de la medida y el panorama de créditos en Antioquia.

¿Cómo recibió la entidad?

“Con diversidad importante: créditos, fondos y alianzas que benefician a más de 650.000 jóvenes. Tenemos 450.000 beneficiarios de créditos y de esos, 404.000 se les da subsidio de tasas, sostenimiento y acceden a condonación del 25 por ciento. En los fondos tenemos una población de 236.000 personas”.

¿Cómo está la cartera?

“Se ha reducido el índice de cartera vencida, un tema complejo. Estamos en 8,17 % . En Antioquia son muy buena paga y está en el 5 %”.

¿Cuántos créditos tienen en Medellín?

“Son 30.238 beneficiarios de créditos en Antioquia, más 21.000 de fondos. En Medellín son 17.233, y 14.840 personas jóvenes están en fondos, una cartera de 211.000 millones de pesos”.

¿Por qué aquí son más cumplidos con el pago?

“Las posibilidades económicas y laborales aquí son mejores que en otros lugares del país. El joven sale, consigue un trabajo y paga. También aquí hay una cultura de pago. La gente se preocupa por estar al día”.

¿Por qué hay tantas quejas contra el Icetex?

“Me he sentado con los jóvenes a escuchar sus inquietudes y buscar alternativas. Seguimos haciéndolo.

La primera decisión que tomé fue buscar alternativas para la cartera (1.561 personas que ya estaban judicializadas), deudas de hace mucho tiempo, a pesar de campañas de normalización. Hicimos un acuerdo de cooperación con la Central de Inversiones del Estado para que a partir de una venta de cartera, en 62.000 millones de pesos, los jóvenes tuvieran más posibilidad de renegociar su deuda.

Lo otro es que profundizamos en educación financiera. Cuando alguien toma la decisión de un crédito no sabe en lo que se está metiendo, tenemos que trabajar desde los colegios en capacitar, qué implica una tasa de interés, un reporte crediticio, por qué se cobra”.

¿Cuáles son los mitos y verdades de lo costoso de un crédito del Icetex?

“La ley 1002 de 2006 le da la naturaleza al Icetex de ser una entidad financiera del orden especial y eso determina que siempre tenemos que cobrar la tasa más baja del mercado y por eso tengo un comité que hace seguimiento a las tasas que tienen los bancos para educación. En los créditos de largo y corto plazo siempre tenemos las tasas más bajas, es un requisito.

Durante los 5 años de estudio no pagan un peso y tienen hasta el doble de tiempo para pagar la deuda, 10 años más. Por eso es que al final la gente dice que le duró una eternidad”.

¿Cuántos créditos colocaron este año en Antioquia?

“Cerramos con 1.563, que está por debajo de lo que se venía prestando. La idea es colocar más créditos, pero en este momento la dificultad es el artículo 61 del Plan Nacional de Desarrollo que estableció que solamente podíamos prestar para gente que estuviera en programas e instituciones educativas que estuvieron acreditadas, esto reduce el espectro de la oferta.

Hemos venido revisando la medida, y tenemos pendiente contarle a la ministra cuál es el impacto que vemos desde la entidad en vigencia del artículo”.

¿En Antioquia cómo ha impactado la medida?

“La región tiene una oferta importante de instituciones y programas acreditados, por lo que no le impacta tanto. Pero regiones como Arauca o la Guajira, Amazonas, Caquetá tienen un impacto gigante, pues no hay instituciones acreditadas”.

¿Qué manifiestan las instituciones?

“Nos reunimos con las instituciones que no están acreditadas y la realidad es muy fuerte. El incentivo era lograr más acreditación, pues es un referente decir que es de calidad, pero hay que revisar el impacto de la medida, porque el sistema no tenía la capacidad para que todo el mundo se acreditara”.

¿Qué soluciones plantea?

“Hay un proyecto de Ley que intenta hacer un escalonamiento de la medida, previendo que eso no se puede hacer de un momento para otro. Hay regiones donde ni siquiera se podrá hacer”.

¿Qué estrategia tiene para que a la gente no le quede tan difícil pagar?

“Tenemos un nuevo producto: Financiación Contingente del Ingreso (FCI), que es la nueva forma cómo se van a dar créditos educativos en el país. Se diferencia en que tiene en cuenta siempre que la persona esté empleada y su salario para establecer que monto paga. Hoy, con el crédito tradicional tiene una cuota fija.

Con este producto, si gano un salario mínimo, más o menos tendría que hacer una contribución al fondo de 50.000 pesos. El aporte se escala en la medida que yo voy ganando más”.

FUENTE EL COLOMBIANO

Muchas encuestas y pocas propuestas en campañas.

En la medida en que avanza la campaña política las encuestas van cambiando de protagonistas. Quienes son bendecidos con una buena favorabilidad se regodean en los resultados, mientras que quienes comienzan a perder terreno critican a los encuestadores y piden más seriedad en las mismas.

Tras conocerse las más recientes encuestas que muestran un empate técnico entre Sergio Fajardo e Iván Duque el candidato de la Coalición Colombia aseguró que el país todavía no ha escuchado sus propuestas y que tiene tres meses para darlas a conocer.

Sin embargo, en la medición anterior, cuando era el ganador, salió a decir que el resultado fue producto de sus 18 años de trabajo, “diciendo la verdad y rompiendo la polarización”.

Por otro lado, la candidata Marta Lucía Ramírez, expresó su descontento con los resultados de la medición asegurando que el margen de error era muy amplio, y que la medición anterior tenía una muestra diferente por lo que no eran comparables la una con la otra.

A esto se suma que los candidatos han presentado sus propuestas, pero estas no hacen eco en la población. Más bien los aspirantes se han concentrado en figurar en los medios de comunicación a través de distintas estrategias que no necesariamente incluyen sus programas.

Según el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de la Sabana, Iván Garzón Vallejo, las encuestas son importantes para medir la voluntad del público, “más que predecir un resultado, la idea es mostrar tendencias y uno debe leerlas mirando no solo la encuesta del momento, sino compararlas con las anteriores. Si bien hay un margen de error, también hay un componente de incertidumbre que solo se resuelve el día de las elecciones”.

Según el analista, las encuestas son fotos del momento y por eso es mala idea pelear con ellas pues son una forma de averiguar la voluntad ciudadana.

Para Rubén Sánchez, profesor de ciencia política de la Universidad del Rosario, las encuestas miden la intención de voto en condiciones transparentes, el problema es que hay factores externos, “como la compra de votos que nunca se van a reflejar”.

FUENTE EL COLOMBIANO