MEDELLÍN AMANECIÓ CON EL AIRE DAÑINO

De muy baja calidad es el aire que respiran hoy los ciudadanos del Valle de Aburrá, pues desde las 5:00 a.m., cuando el Siata -Sistema de Alerta Temprana- dio el primer reporte, solo dos estaciones de 19 tienen registro moderado: las de Barbosa y Santa Elena. El resto, hacia las 8:17 a.m., hora del último registro, estaban en naranja.

Como se sabe, cuando una estación marca naranja es indicador de que en ese punto la calidad del aire es dañina para grupos humanos sensibles, como personas enfermas, de la tercera edad, niños, embarazadas y personas con problemas respiratorios.

El amarillo es un color moderado, pero no alcanza el nivel verde, que indica que al aire es bueno. En este amanecer, ninguna estación de monitoreo marca dicho color.P

El miércoles, el día terminó con 18 estaciones en naranja y dos con amarillo, pero toda la jornada estuvo más o menos con el mismo nivel.

El secretario del Medio Ambiente, Sergio Orozco, explicó el miércoles que el fenómeno se debió a que el nivel de pluviosidad de la noche entre el martes y ayer no fue suficiente para hacer esparcir los gases tóxicos concentrados en la atmósfera.

El asunto preocupante es que el próximo sábado, 30 de marzo, termina el estado de prevención decretado a raíz del cambio de la temporada seca a la lluviosa y las medidas, al parecer, no han surtido el efecto esperado.

En declaraciones a el director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Amva, Eugenio Prieto Soto, había dicho que si al término del plazo la calidad del aire no está bien, el estado de prevención podría extenderse una semana más. Esto implicaría que el pico y placa seguiría siendo de seis dígitos por día y seguirían incluidas las motos de cuatro tiempos.

Se espera que en el transcurso de hoy o mañana haya un pronunciamiento del Amva y de las autoridades sobre el tema.

FUENTE EL COLOMBINO

UTILIDADES DEL GRUPO EPM CERRARON EN $2,4 BILLONES

A pesar de la contingencia que pudo representar Hidroituango, el Grupo Empresas Públicas de Medellín (EPM) dio a conocer los resultados de su actividad económica durante el año pasado. Creció 9 %, respecto a 2017, en los ingresos: la cifra se ubicó en 16,3 billones de pesos, de los cuales EPM Matriz aportó el 49 %, las filiales del exterior el 34 % y las nacionales el 17 %.

Así mismo, la utilidad neta del grupo sigue con tendencia positiva desde 2016. En los últimos dos años este rubro se ha incrementado al pasar de 1,8 billones de pesos, a 2,4 billones en 2018.

La firma también dio a conocer que el margen de utilidad neta para el Grupo fue del 15 %, inferior al registrado el año anterior, que fue del 16 %. En EPM Matriz, fue del 29 %, inferior al 30 % de 2017.

Sobre los resultados, Jorge Londoño de la Cuesta, gerente general de EPM, aseguró a través de un comunicado de prensa que “obtener más ingresos en nuestro grupo empresarial es sinónimo de mayor inversión social, construcción de proyectos de infraestructura, protección del ambiente y generación de empleo. En suma, más oportunidades para los colombianos, que se traduce en mejor calidad de vida”.

La coyuntura con Hidroituango le pasó factura a la empresa en el endeudamiento financiero. Para el Grupo ese rubro representó el 41 %, frente al 38 % que se había fijado durante 2017; ese dinero se tradujo en la solicitud de créditos con la idea de financiar el plan general de inversiones de la generadora eléctrica.

Para Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía, el resultado se explica en que EPM cuenta con un portafolio diverso y fuerte, “sin embargo un buen 2019 dependerá de que ese otro paquete de negocios (diferente a Hidroituango), que tiene la empresa, se fortalezca en la medida en que la coyuntura en Ituango le supone un cambio en el rumbo”.

Cobertura y otros temas

El gerente general de la compañía agregó que “en la senda hacia la universalización, el Grupo EPM alcanzó coberturas superiores al 96 % en los servicios de energía y provisión de agua. En Aguas residuales llegamos al 93,30 % y, en Medellín, en residuos sólidos logramos el 99,21 %, mientras que en gas nos ubicamos en el 84,63 %”.

En ese sentido vale la pena recordar que durante el año pasado se puso en operación la Planta de Tratamiento de Aguas Claras (Bello). Sumado a esto se llevaron a cabo planes de mitigación sobre el impacto ambiental “que permitieron proteger 21.282 hectáreas de bosques en 2018, para un acumulado de 57.321 hectáreas en el período 2016-2018, como un legado para todos los colombianos”, dijo la empresa en la misma nota de prensa (ver Paréntesis).

Por último, dentro del informe entregado a la Superintendencia Financiera, se encontró que el Ebitda (Beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) fue de 5,1 billones de pesos, lo que representa un crecimiento del 8 % frente a 2017. Mientras que el de EPM Matriz fue de 3,3 billones de pesos, con un aumento de 7%.

“El incremento del Ebitda en el Grupo, con respecto al mismo periodo del año anterior, lo explica el mejor desempeño de los negocios de energía y aguas en EPM Matriz y las filiales”, dijo la firma a través del mismo comunicado de prensa.

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HIDROITUANGO Y ELECTRICARIBE NO DEJARÁN SIN SU ENERGÍA AL PAÍS

Optimismo es el término que se le aplica al futuro de dos coyunturas que enfrenta actualmente el sector eléctrico colombiano: Hidroituango y Electricaribe.

Para los participantes en Colombia Genera, actividad académica del sector minero-energético clausurada por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), tanto la ejecución y terminación de la central hidroeléctrica ubicada en el norte de Antioquia, así como el proceso de venta de la empresa que atiende el mercado de electricidad en la costa Caribe serán exitosos.

En el evento, celebrado en Cartagena, Carlos Solano, vicepresidente de Generación de EPM, explicó los avances en la recuperación de la casa de máquinas del complejo hidroeléctrico tras la inundación a la que fue sometida para atender la emergencia.

El funcionario indicó que tras impedir el paso del río Cauca el pasado 5 de febrero, de los 50 metros de altura que tiene la caverna en este momento falta evacuar agua en 10 metros. “Este tramo es el más difícil, pues además de líquido hay lodos y sedimentos, así que el bombeo se vuelve más complejo”.

Insistió en que en lo que se ha visto, la estructura de la casa de máquinas está en buen estado, se observan algunos derrumbes menores y el tema más complejo se aprecia en una pared del área de generadores que necesitará ser sometida a reconstrucción.

“Este proyecto es importante para el país, no es un asunto de una empresa o una región, pues tiene una energía firme de unos 5.700 gigavatios-hora año, en plena operación atenderá el 17 % de la demanda de energía y por tratarse de un complejo hidroeléctrico (costo de operación bajo) podría rebajar en cien pesos el precio del kilovatio-hora de energía en el mercado”, enfatizó.

Para la costa

En Colombia Genera también se dieron a conocer los avances en la resolución de Electricaribe, empresa que atiende el 25 % del mercado de energía eléctrica en el país y que está intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (Superservicios), desde finales de 2016.

La jefe de esa dependencia, Natasha Avendaño, aseguró que el problema está en la senda de la solución y que a pesar de los cambios que ha tenido el proceso en más de dos años, este se resolverá favorablemente (ver Radiografía).

“Para Electricaribe hay recursos gestionados por 860 mil millones de pesos para inversión en redes, mejora de infraestructura y control de pérdidas. Estos dineros están disponibles para este año y su desembolso dependerá de la firma de contratos”, mencionó la funcionaria.

La Superservicios anunció que en dos semanas revelará cómo se segmentará el mercado eléctrico de la costa para hacer más atractiva la venta de Electricaribe, anticipando que Barranquilla y Cartagena (los principales mercados de la región) estarían en dos bloques diferentes.

“Vamos a lanzar una nueva oferta, con una empresa sin pasivo pensional, con menor carga financiera, con inversiones empezando y un mercado segmentado, pero si hay un interesado en comprarla completa y con capacidad técnica operativa y músculo financiero, se la lleva”, declaró.

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LOS DESAFÍOS DEL SUMINISTRO ELÉCTRICO COLOMBIANO AL AÑO 2022

Tras la asignación de Obligaciones de Energía Firme del Cargo por Confiabilidad o subasta en la que las empresas generadoras se comprometieron a tener disponibles las plantas para atender la demanda en momentos críticos, la apuesta es que esos compromisos se cumplan.

La ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, indicó que para cumplir esos objetivos será necesaria una transición energética con eficiencia, confiabilidad (compromiso de suministro en tiempos difíciles), mayor cobertura y sostenibilidad.

Al intervenir en Colombia Genera, evento del sector minero-energético de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), la funcionaria señaló que la subasta permitirá diversificar las fuentes de energía para los hogares, al incorporar proyectos de generación eólica y solar.

El avance de estas iniciativas dependerá de la seriedad empresarial en el desarrollo de los proyectos, en la oportunidad con la que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) ofrezca en los trámites, que las condiciones de inversión sean atractivas y que haya más interés del sector privado participar en subastas futuras.

Responsabilidad

La directora de la Asociación Colombiana de Comercializadores de Energía (Acce), Marta Aguilar, reconoció las obligaciones adquiridas por los generadores de electricidad, pero recordó cómo entre 2015 y 2016 algunas de las empresas que debían cumplir con el suministro no lo hicieron.

“Esto resulta costoso cuando el consumidor paga por un seguro (cargo por confiabilidad) y no recibe lo que está esperando cuando lleguen las dificultades”, mencionó.

En la misma línea se expresó Camilo Manzur, director de la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica (Asocodis), quien consideró conveniente hacerle seguimiento a los diferentes proyectos para que entren a tiempo y sin dificultad.

Sobre el costo del servicio para el consumidor final, el dirigente mencionó que XM, administrador del proceso de subasta, destacó que el precio del cargo por confiabilidad rebajó 11 %, y que esto debería reflejarse en las tarifas para el usuario.

Trámites ágiles

Ricardo Sierra, presidente de Celsia, aprovechó el espacio para plantear que se eliminen algunos requerimientos que están en cabeza de la Anla, que es quien aprueba si tras construir un proyecto la empresa tiene derecho a que se le reconozca el IVA y los aranceles de los equipos que importó (ver Paréntesis).

También sugirió que la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) simplifique algunas exigencias que hace para la construcción de un proyecto de generación.

A su turno, Bruce Mac Master, presidente de la Andi, insistió en que el sector minero-energético es decisivo, y es clave que sea capaz de atraer inversión, así, el país debe hacer un esfuerzo para aprovechar el potencial de los recursos, que las empresas puedan desarrollar sus negocios y esto se refleje en el crecimiento.

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MADURO, ¿DE MIRAFLORES A LA CÁRCEL?

Para algunos, ante la crisis actual en Venezuela, Nicolás Maduro solo tiene dos opciones de residencia: el palacio presidencial de Miraflores o una celda en una cárcel incierta. Si deja el poder, como lo exige la oposición liderada por Juan Guaidó con el respaldo de cerca de 50 países, entre ellos Estados Unidos y Colombia, el sucesor de Hugo Chávez se vería frente a un juicio por crímenes contra la humanidad.

Así lo aseguran los Estados miembros del Grupo de Lima y los abogados del Bloque Constitucional de Venezuela, los cuales solicitaron esta semana a la Corte Penal Internacional (CPI) abrir una investigación por este tipo de delitos.

De ser admitida, un cambio de gobierno no sería suficiente para cerrar la disputa en Venezuela. El punto final solo podría ponerlo el máximo tribunal internacional, al responder si el bloqueo de ayuda humanitaria el pasado 23 de febrero, la represión a las protestas de 2014 y 2017, entre otros hechos, fueron ordenados desde el poder chavista y, por lo tanto, constituyen una ofensa que el mundo no puede permitirse perdonar.

Un delito contra todos

Como explica Fernando Fernández, penalista y expresidente del Comité de Amnistía Internacional en Venezuela, el mensaje tras la creación de los delitos de lesa humanidad en 1945 es que hay ciertos crímenes que, por su gravedad, “nos ofenden a todos, aunque no sean cometidos contra todos”.

Los primeros condenados bajo este concepto fueron los dirigentes Nazis que participaron en la Segunda Guerra Mundial. El exterminio de 6 millones de judíos por parte del régimen alemán puso a la humanidad ante un horror al que la palabra “homicidio” se le quedaba corta y debió recurrir a la creación de nuevas formas de nombrar el delito.

El Acuerdo de Londres de 1945, que estableció los juicios de Núremberg en la posguerra, definió que eran delitos contra la humanidad “el asesinato, exterminio, esclavitud y cualquier otro acto inhumano contra la población civil o persecución por motivos religiosos, raciales o políticos (…)”.

Su principal característica, hasta hoy, es que a diferencia de otros crímenes estos no caducan. Los responsables, en teoría, deberán ser juzgados incluso décadas después de haber cometido los actos y nadie tiene la autoridad para otorgar un perdón.

Sin embargo, como señalan Juana Acosta y Ana María Idarraga, expertas en Derecho Internacional e investigadoras de la Universidad de La Sabana, “a pesar de la antigüedad de los crímenes de lesa humanidad, los mandatarios de los países no han sido sus principales juzgados”.

Desde el principio, la historia probó que la existencia de esta herramienta jurídica no sería una garantía absoluta de justicia. El principal procesado en Núremberg, Hermann Göring, comandante de la Fuerza Aérea alemana, se quitó la vida en su celda la noche anterior a su ejecución en la horca.

En adelante, el mundo reaccionaría a las violaciones de Derechos Humanos en Ruanda y en las guerras de disolución de Yugoslavia con tribunales internacionales que, a diferencia de los de la Segunda Guerra Mundial, no solo juzgarían a los perdedores del conflicto.

Pero a la vez que se sofisticaron los procedimientos para juzgar, probar la culpabilidad se hizo más difícil. Gonzalo de Cesare, quien como uno de los fiscales del Tribunal para la Ex Yugoslavia llevó el caso del máximo responsable, el presidente de Serbia Slobodan Milošević, cuenta que al momento de comenzar en 2001, el juicio se encontró ante millones de páginas de evidencia.

“Estaba siendo procesado como el máximo responsable de guerras en tres países, Serbia, Kosovo y Croacia y decidió ejercer él mismo su defensa, por lo que había que darle años para que estudiara los documentos”, dice De Cesare. Literalmente, Milošević murió leyendo el recuento de sus culpas antes de llegar a ser condenado por ellas.

El hilo transparente

El último paso en la evolución del juzgamiento de crímenes de lesa humanidad fue la creación, a través del Estatuto de Roma, de la Corte Penal Internacional, en ejercicio desde 2002. Esta juzga exclusivamente a individuos, no a Estados, y tiene competencia en los 123 países miembros, entre los que está Venezuela.

Sin embargo, ningún jefe de Estado ha sido condenado y el único acusado, el mandatario sudanés Omar al-Barish, sigue sin juicio, prófugo de la justicia internacional al usar el país del que sigue siendo presidente como escondite.

Por sí mismos, con el Estatuto de Roma como base, los Estados sí han adelantado procesos contra sus propios dirigentes, con un éxito limitado. Es el caso de Perú, donde condenaron a Alberto Fujimori.

En Guatemala, por ejemplo, la condena contra Efraín Ríos Montt en 2013 por el exterminio del pueblo Ixil durante la lucha contrainsurgente de los 80, fue reversada por el Tribunal Constitucional de ese país, que pidió que reiniciara el proceso por un error de procedimiento.

Para entonces Montt, envejecido como Milošević, comenzó a sufrir de demencia senil, como explica el penalista guatemalteco Ricardo Henríquez, no pudo ser juzgado al ser incapaz de sentir vergüenza por los actos cometidos.

“No cualquier crimen, por más abominable que sea, es un crimen de lesa humanidad”, apunta Maria Ixchel Benítez, becaria del instituto de investigaciones jurídicas de la Universidad Autónoma de México.

La consciencia es una condición tan importante como la gravedad para considerar a un crimen como de lesa humanidad. Solo se castiga con esa dureza cuando los homicidios o las torturas no responden a un arrebato, sino al plan de una autoridad legal o ilegal.

Esa conexión entre el hecho y su maquinador está en disputa en cada caso por lesa humanidad. También en Venezuela, donde desde 2018 la fiscal de la Corte Penal Internacional Fatou Bensouda, adelanta una indagación preliminar (ver informe) para determinar si abre un proceso.

Para penalistas venezolanos como Fernando Fernández, aunque está por probarse, “se observan visos claros” de la violación de varios puntos del artículo 7 del Estatuto de Roma, como el que se refiere a actos inhumanos, con la represión a las protestas en 2014 y 2017, y el que señala el crimen de exterminio, en el cual habría incurrido Maduro al bloquear la ayuda humanitaria.

Al no tener Venezuela los delitos contra la humanidad en su código penal, le corresponde a la CPI rastrear si existe ese hilo, siempre transparente, que vincularía estos crímenes con un plan del oficialismo. Con órdenes que, como señala De Cesare, nunca son explícitas, pues en ninguno de los millones de folios de la ex Yugoslavia o en los documentos de Núremberg se daba la instrucción de masacrar o torturar.

Se trata de una comprobación ardua, más para la CPI, que en sus 17 años de existencia ha cerrado 4 procesos, 3 de ellos con absoluciones. Esos tiempos, los de la justicia, pocas veces coinciden con los de la historia; ya sea porque el acusado no vive lo suficiente para responder por sus actos o por el riesgo siempre presente de que, como sucedió con Muamar Gadafi en Libia, la condena llegue sin procesos ni instancias, en la forma de una turba encolerizada.

FUENTE EL COLOMBIANO

MEJORÓ LA CALIDAD DEL AIRE LUEGO DEL PRIMER DÍA DEL PICO Y PLACA

En Medellín, la variación del tráfico sí fue evidente: ayer, entre las 05:00 y 10:00 a.m., dejaron de circular por las vías de la ciudad 72.000 vehículos, en comparación con un miércoles típico. Esto es una disminución del 35 %, de acuerdo con la Secretaría de Movilidad.

Y es que tras la primera jornada de la extensión del pico y placa ambiental —que pasó de 5 a 9 horas al día por cuenta del deterioro en la calidad del aire— no solo hubo menos vehículos, sino también una mejoría en las estaciones de medición del Siata.

El martes, antes de la medida, 17 de las 19 estaciones se ubicaron en alerta naranja (concentración de partículas contaminantes dañina para grupos sensibles) y 2 en amarillo (moderada).

Ayer en la tarde el panorama era otro: 9 estaban en naranja y 10 en amarillo.

Aunque las medidas más restrictivas se han planteado para vehículos particulares y motos de dos y cuatro tiempos (que generan juntos, de acuerdo al Área Metropolitana -Amva-, el 29 % de las emisiones contaminantes de material particulado 2.5), el estado de prevención revive el debate de si son necesarios controles más drásticos para camiones, tractocamiones y volquetas, que concentran el doble de estas emisiones (59 %).

Planes que aún no arrancan

Renovar la flota de volquetas del Aburrá y el Oriente cercano era el propósito de un plan público-privado que buscaba sustituir el 60% de estos vehículos que operaban en esta región por tecnologías de menor impacto ambiental.

Aunque serían sustituidas 1.300 volquetas antiguas por nuevas con tecnología Euro V (menos contaminante), el proyecto parece haber quedado en el aire, de acuerdo con Luis González, presidente de la Asociación de Volqueteros Unidos de Antioquia.

González destacó que aún no hay un plan de chatarrización definido y que, si bien están trabajando con Camacol en el proceso, sigue pendiente que el Ministerio de Transporte defina cuál será la ruta para esta renovación vehicular.

“Por supuesto nos preocupa y realizamos mantenimientos preventivos (…) aún tenemos un parque automotor muy antiguo, un gran número de vehículos tienen más de 20 años”, agregó.

Otro de los pendientes es la implementación del cambio de horarios de circulación para vehículos de tráfico pesado, una estrategia del Amva para que las labores de cargue y descargue de camiones sean en las noches y madrugadas.

Felipe Muñoz, director de la Asociación de Transportadores de Carga (ATC), afirmó que aunque el Amva ha liderado mesas de trabajo, los planes no se ejecutan. Precisó que, si bien el estudio técnico se hizo en 2016, solo hasta el pasado lunes se retomó el tema.

“El compromiso es de todos: del que genera la carga, del transportador y del que recibe”, indicó Muñoz, “y ninguno de los destinatarios de la carga ha modificado sus horarios porque el Amva nunca les dio acompañamiento”.

Sergio Ignacio Soto, director de Fenalco Antioquia, reiteró que para ejecutarse este plan es urgente que las autoridades garanticen la seguridad en las vías durante las noches y que estas acciones no se pongan en marcha de forma traumática.

Con relación a los controles, María del Pilar Restrepo, subdirectora ambiental del Área, explicó que, en lo que va del año, el 58 % de las mediciones realizadas por la entidad han sido a los vehículos de transporte de carga y pasajeros de diésel pesado. (Esto es un total de 2.001 operativos en la vía y 352 en patios de las empresas). Las mediciones en automóviles y motos, por su parte, concentran el 37 % y el 5 %, respectivamente. Así, en lo corrido de 2019, el Amva ajusta 3.445 de estos controles.

FUENTE EL COLOMBIANO